Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, obtuvo un amparo para llevar su proceso en libertad tras dos años en prisión preventiva por el caso Odebrecht. El Tribunal Federal revocó la medida cautelar de prisión justificada y estableció condiciones como el uso de brazalete electrónico y firmar cada 15 días en la Ciudad de México.
La resolución, sin embargo, enfrenta oposición de la Fiscalía General de la República (FGR), que apelará la decisión, argumentando que otorga privilegios desproporcionados a Lozoya y que ignora el riesgo de fuga, especialmente considerando su detención en España.
El Juez de Amparo, Juan Pedro Contreras Navarro, consideró que no existe riesgo de que Lozoya evada la justicia. La medida se tomó en medio de la polémica sobre la exclusión de pruebas obtenidas legalmente en Brasil y Suiza, lo que la FGR considera una violación a los tratados internacionales.
La defensa de Lozoya argumentó que ya había pagado una reparación del daño en el caso Agronitrogenados, aunque la FGR cuestiona esta interpretación.
A pesar de la liberación, la FGR insiste en que Lozoya no ha ganado ningún juicio y que buscará revocar la medida para asegurar que continúe el proceso legal en prisión preventiva.
La decisión del Tribunal Federal ha generado críticas hacia el sistema judicial mexicano, especialmente en cuanto a la interpretación y aplicación de la ley en casos de corrupción de alto perfil.
Se espera que Lozoya salga del Reclusorio Norte en las próximas horas, pero la batalla legal aún está lejos de concluir.
