El vuelo 2216 de Jeju Air, procedente de Bangkok y con destino al Aeropuerto Internacional de Muan, Corea del Sur, se estrelló mientras intentaba un aterrizaje de emergencia. El siniestro dejó un saldo devastador de 179 muertos y solo dos sobrevivientes, convirtiéndose en el accidente aéreo más mortal en la historia del país.
¿Qué pasó?
El avión Boeing 737-800 con 181 personas a bordo, emitió un mensaje de socorro después de un primer intento fallido de aterrizaje. según las autoridades, la torre de control advirtió a la tripulación sobre el impacto con un pájaro, lo que habría afectado el funcionamiento del avión.
Un video difundido por medios locales muestra al avión aterrizando con humo saliendo de los motores y sin el tren de aterrizaje desplegado. La aeronave se salió de la pista, chocó contra una valla y exploto, dejando restos calcinados en la zona del accidente.
Impacto humano
Entre las víctimas, se encontraron pasajeros de entre 3 y 78 años , incluyendo cinco niños menores de diez años. Dentro del aeropuerto, los familiares de las víctimas esperaban angustiados noticias sobre sus seres queridos, mientras las pantallas mostraban las identidades de los pasajeros fallecidos.
Un desgarrador testimonio compartido en redes sociales muestra los últimos mensajes de un pasajero a su familia: “Un pájaro quedó atascado en el ala. ¿Debería dejar un testamento?” .
Operaciones de rescate y respuesta gubernamental
Los equipos de emergencia lograron controlar el incendio y rescatar a los dos únicos sobrevivientes, ambos miembros de la tripulación. Decenas de vehículos de emergencia y grúas trabajan en el lugar mientras las autoridades investigan las causas exactas del accidente, que incluyen una posible falla del tren de aterrizaje y condiciones climáticas adversas.
El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, presidió una reunión de emergencia y visitó el lugar de los hechos, mientras el país guarda luto por las víctimas.
Este es el primer accidente mortal en la historia de Jeju Air, fundada en 2005. El siniestro ocurre en medio de una crisis política en Corea del Sur, con el país bajo su tercer presidente interino en menos de un mes.