19 septiembre, 2024

 

En las últimas semanas, las noches de la Ciudad de México han sido testigo de un fenómeno preocupante: rodadas de motociclistas que lejos de ser simples encuentros recreativos, se han convertido en una amenaza para la seguridad pública. Estos grupos no solo circulan por las calles capitalinas, sino que se dedican a cometer delitos, agredir a transeúntes y desafiar a las autoridades.

 

Se puede observa a estos motociclistas irrumpiendo en las vías de la ciudad, insultando y lanzando polvo a cualquier persona que encuentran a su paso. A pesar de la presencia de operativos policiales, los motociclistas han logrado escapar en varias ocasiones, aprovechando la congestión vehicular o simplemente dando la vuelta para huir del lugar.

 

La policía capitalina, bajo el mando de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC CDMX), ha intentado detener a estos infractores, aunque sin éxito permanente, ya que los grupos continúan regresando a las calles para continuar con sus actividades delictivas.

 

 

La situación ha generado una ola de preocupación entre la ciudadanía y las autoridades. En redes sociales, los usuarios han expresado su indignación y temor ante estas rodadas, calificando a los participantes con términos despectivos y cuestionando la eficacia de los operativos de seguridad. Comentarios como “Mugrosos simios sobre ruedas” y “Se creen la gran cosa con su moto de 15 mil pesos” reflejan el enojo y frustración de la población ante la impunidad con la que actúan estos motociclistas.

 

Las rodadas en la CDMX no son un fenómeno nuevo. En particular, eventos como las “Rodadas del Terror”, organizadas durante el Día de Muertos, ya habían encendido las alertas entre las autoridades debido al comportamiento temerario de algunos participantes. Muchos de ellos circulan sin la mínima protección, poniendo en riesgo sus vidas y las de otros, e incluso llevan a menores de edad en sus vehículos, violando el Reglamento de Tránsito.

 

 

Ante el aumento de muertes relacionadas con motociclistas en la capital, las autoridades han reforzado los operativos y modificado las normativas de tránsito en un esfuerzo por reducir las cifras de víctimas mortales; sin embargo, los incidentes como el reportado recientemente demuestran que aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad en las calles de la Ciudad de México y frenar la actividad de estos grupos que, bajo la cobertura de la noche, siembran el caos y el miedo entre los habitantes de la ciudad.