2 julio, 2024

El Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec se encuentra de celebración con la llegada de cinco ejemplares de pingüino de Humboldt, procedentes del Zoológico de Higashiyama en Nagoya, Japón.

 

Estos nuevos inquilinos, de uno y dos años de edad, arribaron a México el pasado 23 de mayo, tras un viaje de 12 horas en avión, siendo transportados en contenedores reforzados que cumplieron con todos los requisitos necesarios para garantizar su seguridad y bienestar.

 

Estos carismáticos pingüinos, conocidos científicamente como Spheniscus humboldti, son una especie amenazada de extinción que habita de manera natural en las costas de Perú y Chile. Su llegada a Chapultepec es un paso significativo en los esfuerzos de conservación de esta especie, que enfrenta diversas amenazas, incluyendo la pesca excesiva y el impacto de fenómenos climáticos severos como “El Niño”.

 

 

Proceso de cuarentena y cuidados especiales

Desde su llegada, los cinco pingüinos se encuentran en un área de cuarentena, donde permanecerán durante un mes. Este periodo es crucial para asegurarse de que los nuevos residentes se adapten adecuadamente a su nuevo entorno y para monitorear su salud de manera rigurosa. Un equipo multidisciplinario de médicos veterinarios, biólogos y cuidadores está al pendiente de cada detalle, desde su alimentación hasta su comportamiento y salud general.

 

Según la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), este proceso de cuarentena es fundamental para garantizar que los pingüinos no presenten ninguna enfermedad y se adapten sin problemas a su nuevo hogar.

 

“Estamos muy contentos con la llegada de estos ejemplares, su cuidado es prioritario para nosotros y estamos seguros de que pronto estarán listos para recibir a los visitantes”, comentó un portavoz de la Sedema.

 

Un viaje de cooperación internacional

La llegada de estos pingüinos a México es fruto de un convenio de colaboración firmado hace dos años, con motivo del 45 aniversario del hermanamiento entre la Ciudad de México y la Ciudad de Nagoya. Este acuerdo, que involucró el intercambio de ejemplares de vida silvestre, tiene como objetivo fortalecer los lazos entre ambas ciudades y promover la conservación de especies amenazadas.

 

El Zoológico de Higashiyama, en Nagoya, ha tenido éxito en la reproducción del pingüino de Humboldt, lo que permitió que estos cinco ejemplares pudieran ser enviados a Chapultepec. Estos pingüinos, que miden entre 50 y 70 centímetros, tienen una dieta que incluye pescado tipo arenque, macarela, capelín, sierra y calamar, adaptada para asegurar su nutrición adecuada en el nuevo ambiente.

 

 

Un futuro prometedor en Chapultepec

Una vez que termine el periodo de cuarentena, los visitantes del zoológico podrán conocer y aprender más sobre estos fascinantes pingüinos. La presencia de los pingüinos de Humboldt en Chapultepec no solo enriquecerá la experiencia de los visitantes, sino que también jugará un papel importante en la educación sobre la conservación de especies amenazadas y los esfuerzos necesarios para protegerlas.

 

Además, el zoológico planea realizar actividades educativas y de sensibilización para el público, destacando la importancia de la conservación de especies y los desafíos que enfrentan los pingüinos de Humboldt en su hábitat natural. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para promover la conservación de la biodiversidad y la importancia de los zoológicos en estos esfuerzos globales.

 

 

Con estos nuevos inquilinos, el Zoológico de Chapultepec reafirma su compromiso con la conservación y el bienestar animal, ofreciendo una oportunidad única para que los visitantes se conecten con la naturaleza y comprendan la importancia de proteger a las especies en peligro de extinción. ¡Bienvenidos, pingüinos de Humboldt!