22 noviembre, 2024

El próximo 30 de abril y 1 de mayo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ubicada en La Haya, será el escenario de una audiencia clave entre México y Ecuador. Este encuentro responde a la reciente tensión diplomática suscitada tras el asalto a la embajada mexicana en Quito, Ecuador, donde se buscaba detener al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas.

 

El máximo tribunal de la ONU escuchará los argumentos de ambos países en torno a las medidas cautelares que México ha solicitado contra Ecuador, tras el incidente ocurrido el pasado 5 de abril. Este procedimiento se centra en disputas legales relacionadas con la resolución de controversias internacionales por medios pacíficos, de las relaciones diplomáticas y la inviolabilidad de una misión diplomática.

 

 

El asalto armado a la embajada, donde México había otorgado asilo político a Glas apenas unas horas antes, ha despertado una serie de cuestionamientos sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, un principio fundamental del derecho internacional.

 

En las audiencias, México argumentará sobre la necesidad urgente de proteger sus instalaciones diplomáticas y asegurar la integridad de su personal y archivos. Entre las medidas solicitadas, México pide a Ecuador garantizar la completa seguridad de las instalaciones diplomáticas y abstenerse de actos que podrían agravar la disputa.

 

La controversia toma un tono aún más serio con las declaraciones del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien defendió la acción militar en la embajada mexicana argumentando que el asilo concedido a Glas era inapropiado dado que se le acusaba de delitos comunes. Esta justificación se apoya en la Convención sobre Asilo de Caracas, que excluye el asilo para personas procesadas por delitos ordinarios.

 

 

El caso no solo pone a prueba las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, sino que también podría sentar un precedente importante en el derecho internacional respecto a la seguridad y la soberanía de las misiones diplomáticas.

 

Mientras el mundo observa, las decisiones que tome la CIJ en las próximas semanas podrían redefinir aspectos cruciales de la diplomacia y el asilo político a nivel global.