Tras la inauguración de la Línea H2O (*426), que es el servicio de atención telefónica de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), su operación ha dado resultados. La secretaría ha informado sobre los problemas más urgentes relacionados con el suministro y manejo del agua en la Ciudad de México, que del 12 al 20 de diciembre, el servicio ya ha recibió 2 mil 365 llamadas, donde destaca la preocupación ciudadana por este vital recurso.
Se explicó que de estas llamadas, mil 310 reportes, equivalentes al 55%, se originaron por falta de agua; mientras que 678 reportes (28.6%), señalaron fugas en distintas zonas de la ciudad. Según Segiagua, la mitad de las fugas reportadas fueron atendidas y resueltas en menos de 24 horas, mostrando un esfuerzo por reducir el impacto de estas incidencias.
La Línea H2O ofrece a los capitalinos la posibilidad de reportar:
- Falta de agua.
- Fugas en calles y viviendas.
- Obstrucciones en el drenaje.
- Faltantes de accesorios hidráulicos como tapaderas de coladeras.
Además del servicio telefónico, el C5 del Agua integra una plataforma de monitoreo que supervisa en tiempo real la operación de la infraestructura hidráulica de la ciudad, apoyada por mil 499 cámaras especializadas en la vigilancia de puntos estratégicos.
Este sistema busca no solo responder a las necesidades inmediatas de la ciudadanía, sino también optimizar la gestión del agua en una ciudad donde la demanda supera frecuentemente la capacidad de suministro.
El lanzamiento de la Línea H2O forma parte de una estrategia más amplia para abordar problemas históricos relacionados con el agua en la capital, como las constantes fugas y el desabasto que afecta principalmente a las zonas más densamente pobladas.
La Segiagua invita a los habitantes a utilizar el servicio llamando al *426, recordando que su participación es clave para mejorar la infraestructura y garantizar un mejor manejo del agua en la CDMX.
Con este esfuerzo, las autoridades buscan reforzar la transparencia, eficiencia y atención inmediata, enfrentando uno de los retos más críticos para la calidad de vida de los capitalinos: el acceso al agua potable y su adecuada gestión.