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Hombre incendia vagón del Metro lleno de pasajeros en Seul

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El mundo se sorprendió tras un ataque premeditado y cargado de violencia estremeció a Corea del Sur hace apenas unas semanas, cuando un hombre de 60 años incendió un vagón del metro en pleno movimiento, dejando 22 personas heridas y decenas más afectadas por la inhalación de humo. El caso, que conmocionó a la ciudad de Seúl, ha dado un nuevo giro: este martes, la Fiscalía del Distrito Sur formalizó cargos de intento de asesinato contra Won Mo, a quien se responsabiliza por atentar contra la vida de 160 pasajeros.

Un ataque deliberado y aterrador

El dramático incidente ocurrió la mañana del 31 de mayo, a bordo de un tren de la Línea 5 del Metro de Seúl. Según la reconstrucción de los hechos, Won Mo roció gasolina en el piso del vagón y le prendió fuego mientras el tren avanzaba entre las estaciones Yeouinaru y Mapo. En cuestión de segundos, el interior del vagón se convirtió en un infierno: llamas intensas y humo denso invadieron el espacio, obligando a los pasajeros a evacuar como pudieron.

Cámaras de seguridad captaron el momento en que una mujer embarazada resbaló sobre la gasolina, mientras otros pasajeros cubrían sus rostros para escapar del humo que también llegó a los vagones contiguos.

Crimen planeado con días de antelación

Las autoridades señalaron que se trató de un ataque premeditado, motivado por la ira de Won tras su divorcio. De acuerdo con la investigación, compró gasolina 10 días antes del crimen, pagándola en efectivo para evitar ser rastreado. El día anterior al ataque ya había abordado el metro con el combustible, buscando el momento y lugar más concurrido para actuar.

Además, el acusado canceló sus seguros, vendió sus propiedades y transfirió el dinero a familiares, lo que sugiere que también planeaba suicidarse tras el atentado. Para pasar desapercibido, llevaba un casco de motociclista y fingía ser un conductor varado por falta de gasolina.

Cargos y consecuencias

La fiscalía lo ha acusado formalmente de intento de asesinato de 160 personas, incendio agravado y violaciones a la Ley de Seguridad Ferroviaria. Lo calificó como “un acto terrorista de asesinato de facto”, advirtiendo que si la evacuación no hubiera sido tan rápida, las consecuencias habrían sido catastróficas.

Aunque afortunadamente no se registraron muertes, 22 personas fueron hospitalizadas y otras 129 recibieron atención médica por el ataque. Las autoridades informaron que se hará cargo de los gastos médicos de las víctimas.

En sus primeras declaraciones, el acusado solo alcanzó a decir: “Lo siento”. El caso ha abierto un debate en Corea del Sur sobre la seguridad en el transporte público y la prevención de crímenes con motivaciones personales. Mientras tanto, Won Mo permanece detenido a la espera de juicio.

 

 

 

 

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