El 19 de septiembre es una fecha simbólica para México, conocida como “19S”, en memoria de los devastadores terremotos de 1985 y 2017. Cada año se realiza un Simulacro Nacional para recordar esos eventos y fortalecer la cultura de la prevención ante sismos y este 2024, además de la activación de la alerta sísmica a través de altavoces, se implementó una nueva medida: el envío de un mensaje de alerta a los celulares de millones de usuarios en la Ciudad de México.
Alerta sísmica en celulares: Nueva medida
Este año, los residentes de la CDMX recibieron un mensaje de texto que simulaba una emergencia sísmica. Enviado alrededor de las 11:00 de la mañana, el mensaje decía:
“Alerta presidencial 2024-09-19. #Este es un simulacro #Este es un simulacro se activó la alerta sísmica el 19 de septiembre del 2024 a las 11:00 h, sensor cercano en costa de Guerrero a 15 km de Atoyac #Este es un simulacro #Este es un simulacro #Este es un simulacro.”
Este mensaje, distribuido por una plataforma oficial de comunicación para emergencias, tiene como objetivo preparar a la población para reaccionar de manera adecuada en caso de un temblor real. Además, permite a las autoridades identificar fallos en la cobertura de la red de alertas.
Reportan fallas en el envío de mensajes
A pesar de los esfuerzos, algunos usuarios reportaron no haber recibido el mensaje de alerta. Eduardo Clark, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública de la CDMX, reconoció esta situación y confirmó que están trabajando en la corrección de los errores para mejorar el protocolo.
El mensaje de alerta sísmica fue enviado a través del Servicio de Radiodifusión Celular (CBS), una tecnología que permite enviar mensajes a dispositivos en áreas específicas, incluso en situaciones de saturación de redes móviles. Sin embargo, para recibir estas alertas, los celulares deben cumplir con ciertos requisitos técnicos, como tener el sistema operativo actualizado.
El envío de estos mensajes busca familiarizar a los ciudadanos con las alertas en situaciones de emergencia, reducir el pánico y promover una reacción rápida y organizada. Estos simulacros permiten a las autoridades identificar problemas en la comunicación y garantizar que el sistema funcione correctamente en eventos reales, protegiendo así la vida de miles de personas.