En un decálogo, Claudia Sheinbaum llama a la unidad y compromiso en Morena tras la renovación de la dirigencia nacional; también anuncia su solicitud de licencia al partido

La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, felicitó públicamente a la nueva dirigencia del partido Morena, destacando su confianza en que el nuevo Comité Ejecutivo Nacional sabrá guiar al movimiento con principios y unidad. “Muchas felicidades. Seguimos haciendo historia”.

En su primer discurso como secretario de Organización, Andrés López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, subrayó que su tarea será continuar con el legado de su padre, quien, según López Beltrán, se retira debido a la llegada de un relevo generacional en la figura de Sheinbaum.

La nueva dirigencia de Morena se comprometió a seguir un decálogo de principios presentado por Sheinbaum y a implementar diez compromisos para los gobiernos estatales y municipales del partido, en línea con la Cuarta Transformación. Entre estos puntos, destacó la apertura a la afiliación y credencialización de toda la militancia, así como la formación de más de 70 mil comités seccionales en todo el país.

Sheinbaum, quien pidió licencia como militante de Morena, enfatizó en su decálogo que el partido debe evitar caer en prácticas como la corrupción, el nepotismo y la colusión con la delincuencia, tanto organizada como de cuello blanco. También pidió mantener la selección de candidatos a través de encuestas, asegurando la transparencia en el proceso.

Ante los congresistas del partido, que la recibieron al grito de “¡presidenta, presidenta!”, Sheinbaum se comprometió a continuar el legado de López Obrador.

“Habrá continuidad en los principios del humanismo mexicano. Seguiremos gobernando con el principio más humanista de todos: ‘por el bien de todos, primero los pobres’”, declaró.

En su intervención en el World Trade Center, Sheinbaum anunció su licencia como militante del partido para enfocarse en su rol como presidenta de todos los mexicanos, sin abandonar los principios de Morena. Además, hizo un llamado a la unidad dentro del movimiento, destacando que Morena es el partido social y político más fuerte del mundo, y advirtió sobre los riesgos de la división interna.

En su decálogo, también exhortó a la militancia a actuar con honestidad y sencillez y a evitar prácticas como el influyentismo y el sectarismo. A su vez, pidió fortalecer el Instituto de Formación Política para consolidar el humanismo mexicano como ideología del partido, y mantener la movilización social como una de las fortalezas de Morena.

Primero, del valor de la unidad. “No creo exagerar al decir que somos el movimiento social y político más fuerte de todo el mundo, porque tenemos un pensamiento claro y principios sólidos. No es trivial la unidad que hemos logrado. Miren otros movimientos en el resto del mundo y vean a la derecha en una división interna sustentada en el incumplimiento de pactos sin escrúpulos.

”Pidió a los morenistas no apostar “nunca a la división interna, jamás. Todas y todos tenemos algo que aportar. Como dice el presidente, la política es principios, pero también es eficacia”.

Segundo, señaló que todos los militantes de Morena “deben comportarse con honestidad y sencillez. La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y de privilegios. No caigamos nunca en la frivolidad, en el consumismo y en la ambición por el poder y el dinero. Morena es el instrumento del pueblo de México, es pueblo”.

Tercero, “que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo. Tampoco el sectarismo o el exceso de pragmatismo sin principios. Morena debe ser Luz de honestidad y ejemplo para toda la sociedad”.

Cuarto, “no ser un partido de Estado. El gobierno de la República cumple sus tareas para la transformación del país, y el partido las suyas. Para ello, Morena debe fortalecerse sin caer en el burocratismo. La fuerza del partido es la organización desde abajo, sus comités de base, su contacto permanente con el pueblo, casa por casa, entregando el periódico Regeneración”.

Quinto, “mantener fuerte y sólido el Instituto de Formación política, que consolide el humanismo mexicano como nuestro pensamiento, y continúe con la revolución de las conciencias. Que no se pierda el aprendizaje de la historia de México y de nuestro movimiento”. Asimismo, “se consoliden nuestros principios en la militancia para que puedan proyectarse en la sociedad”.

Sexto, “seguir siendo partido y seguir siendo movimiento. La movilización social para defender los derechos del pueblo de México y la consolidación de nuestro pensamiento debe seguir siendo nuestra fortaleza”.

Séptimo, “garantizar que los candidatos y candidatas sean decididos por el pueblo a través de encuestas, esta ha sido una de nuestras grandes fortalezas”. Pidió que se fortalezca la Comisión de elecciones y se garantice que la Comisión de encuestas realice con transparencia y rigor metodológico la selección de todos los candidatos y candidatas.

“Mientras sigan existiendo las y los plurinominales, garanticen que sean emanados de las tómbolas, en el marco de las estatutos de nuestro partido. Que todos y todas tengan una oportunidad”.

Octavo, “los gobiernos emanados de Morena deben garantizar austeridad, honestidad, la cercanía con el pueblo y el principio de que ‘por el bien de todos, primero los pobres’.

Noveno, “no puede haber colusión con la delincuencia ni organizada ni con la de cuello blanco.

Décimo, “luchemos siempre, siempre contra la discriminación, el racismo, el clasicismo, el machismo y tengamos la certeza de que somos un instrumento del pueblo para seguir empoderándolo y, con ello, garantizando la transformación de México para alcanzar siempre más justicia y democracia en nuestro país “.

Sheinbaum recordó a los morenistas que les distingue ser “humanistas, que amamos nuestra patria y tenemos un profundo amor al pueblo de México y a nuestra historia. Nos indigna la discriminación, el clasicismo, el racismo y el machismo; la desigualdad y la pobreza”.

Añadió: “lucharemos hasta el último día de nuestras vidas, porque las y los mexicanos puedan comer tres veces al día comida saludable; puedan tener acceso a la educación, a la salud, al vestido y la vivienda. No creemos en el consumismo, ni en el poder del dinero, ni en la avaricia . Y no, no nos arrodillamos nunca frente al poder del dinero, ni frente a ningún poder extranjero”.

“Creemos en un pueblo de libertades, en un México de libertades, de justicia. Un México soberano, de democracia verdadera donde el que mande sea siempre el pueblo de México”, sostuvo.