Deportes

¿Dos Maserati en La Carrera Panamericana? Entérate aquí de que se trata.

Posted on

La edición 2025 de La Carrera Panamericana no solo será un despliegue de motores rugiendo y rutas desafiantes. Por primera vez, la competencia servirá como un laboratorio en movimiento, con dos Maserati modificados que pondrán a prueba sistemas de conducción y comunicación de última generación, diseñados en colaboración entre el Tec de Monterrey y el Politécnico de Milán.

 

Un reto más allá de la meta

 

El Tec de Monterrey presentó a “El Fantástico”, un Maserati decorado con motivos de alebrijes que no solo honra la tradición mexicana, sino que también actúa como vehículo guía. Detrás de él, circulará el Maserati del Politécnico de Milán, configurado para operar de manera autónoma, replicando cada decisión del líder en tiempo real.

 

El desafío no es menor: la ruta abarca más de 3,000 kilómetros, cruzando climas extremos, carreteras con distintos niveles de desgaste y altitudes que pondrán a prueba motores, sensores y la coordinación entre ambas unidades.

 

Lejos de ser un simple experimento de exhibición, los autos están equipados con radares, sensores láser y sistemas de percepción avanzados que recopilarán información sobre cómo responde la tecnología en condiciones adversas.

 

Los datos se usarán para proyectos de movilidad urbana en México, enfocándose en transporte más seguro y eficiente. El objetivo va más allá de la carrera: entender cómo la inteligencia vehicular se adapta en un país con infraestructura vial tan diversa.

 

 

Más que tecnología: identidad cultural y proyección internacional

 

La colaboración también es un gesto simbólico. México y Milán aportan no solo conocimiento técnico, sino visiones culturales distintas sobre la movilidad. Mientras el Tec buscó integrar arte popular mexicano en el diseño de su auto, el Politécnico de Milán enfatizó la ingeniería de precisión.

 

El resultado es una dupla que simboliza el diálogo entre tradición y futuro: la pasión por las carreteras de México y la ambición de alcanzar un transporte autónomo global.

 

 

El impacto inmediato

 

Educativo: estudiantes de ingeniería, diseño y movilidad participan directamente, convirtiendo la carrera en una aula a cielo abierto.

 

Industrial: Maserati se posiciona como pionero en unir la velocidad deportiva con investigación aplicada.

 

Social: el proyecto busca demostrar que la innovación tecnológica puede conectarse con la identidad cultural de cada país.

 

Un futuro sobre ruedas

 

Lo que suceda con estos Maserati en los tramos de La Carrera Panamericana no quedará solo en el espectáculo. Cada curva, cada kilómetro y cada fallo técnico se convertirá en aprendizaje para un modelo de movilidad que, tarde o temprano, podría reflejarse en las avenidas de Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara.

 

Más que una competencia de motores, esta edición se perfila como un experimento que redefine la relación entre velocidad, tecnología y sociedad.

 

La pregunta ya no es quién ganará la carrera, sino qué aprendizajes se llevarán los futuros conductores del país gracias a dos Maserati que decidieron convertirse en ciencia sobre ruedas.

Tendencia

Salir de la versión móvil