Deportaciones de E.U. alcanzan récord con Biden: 271 mil expulsados en un año
El año fiscal 2024 cerró con cifras históricas en deportaciones en Estados Unidos. Según datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), 271,484 personas fueron deportadas, marcando un incremento significativo respecto al año previo y estableciendo un récord en la última década. Este número casi duplica las 142,580 deportaciones registradas en 2023 y supera las cifras del primer mandato de Donald Trump, cuya mayor cantidad anual de deportaciones fue de 267,258 en 2019.
Política migratoria más restrictiva
El aumento en las deportaciones refleja una estrategia más agresiva del gobierno de Joe Biden para abordar la inmigración irregular. Entre las acciones tomadas destacan los vuelos de deportación realizados incluso durante fines de semana, la simplificación de procedimientos para los retornos a países como Guatemala, Honduras y El Salvador, y la reanudación de deportaciones a China después de seis años de suspensión. Países como Albania, Angola, Egipto, Georgia, India, y Rumania también estuvieron en la lista de destinos.
México encabezó las deportaciones con 87,298 personas expulsadas, seguido por Guatemala con 66,435. Este incremento coincide con medidas adoptadas por el gobierno mexicano para restringir la migración dentro de su territorio, así como políticas estadounidenses implementadas en junio para limitar el acceso al asilo.
Polémica en Texas: Carteles intimidantes
En paralelo al aumento en deportaciones, el gobernador de Texas, Greg Abbott, lanzó una polémica campaña publicitaria para disuadir a migrantes de intentar cruzar la frontera. En Eagle Pass, presentó 40 anuncios espectaculares instalados en México y Centroamérica. Los mensajes, escritos en varios idiomas, incluidos árabe y ruso, contenían advertencias explícitas como: “Tu esposa y tu hija pagarán con su cuerpo el viaje”y “Si cruzas ilegalmente serás encarcelado”.
Abbott justificó la campaña como una estrategia para ofrecer “una imagen realista” del peligroso viaje de los migrantes y las consecuencias legales de ingresar a Texas. El mandatario, conocido por su postura antiinmigrante, aseguró que su estado continuará aplicando medidas estrictas hasta que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. La campaña tuvo un costo estimado de 100,000 dólares y generó fuertes críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes calificaron los mensajes como inhumanos y alarmantes.
Impacto humano: voces desde la frontera
El aumento en las deportaciones y la campaña publicitaria en Texas han generado preocupación entre activistas y defensores de derechos humanos. Elvira Martínez, miembro del Centro de Derechos Humanos Fronterizos, destacó el impacto emocional en las familias migrantes. “La separación de familias y la incertidumbre de los migrantes sobre su futuro crean un ambiente de desesperación. Estos números reflejan una política que prioriza la disuasión sobre la compasión”.
En contraste, funcionarios del ICE defendieron su enfoque, argumentando que las deportaciones buscan mantener la seguridad fronteriza y cumplir con las leyes migratorias. “Hemos trabajado para aumentar la eficiencia en los procesos de deportación y garantizar que los retornos sean realizados de manera segura y ordenada”, declaró un portavoz de la agencia.
Cifras históricas y contexto político
El aumento en deportaciones no solo refleja cambios en la política migratoria, sino también un panorama político polarizado en Estados Unidos. Mientras los republicanos critican las políticas de Biden por ser demasiado permisivas, sectores progresistas y organizaciones de derechos humanos denuncian las medidas como excesivamente represivas.
Las cifras de deportaciones también contrastan con una disminución en las detenciones fronterizas. Las estadísticas de noviembre muestran las cifras más bajas desde julio de 2020, lo que indica que las restricciones migratorias en México y las nuevas políticas de asilo en Estados Unidos han reducido el flujo migratorio.
¿Qué sigue para la política migratoria?
Con las elecciones presidenciales de 2028 en el horizonte, el debate sobre la migración sigue siendo un tema central en la agenda política de Estados Unidos. Mientras los republicanos como Greg Abbott continúan promoviendo medidas extremas para desalentar la migración, los demócratas enfrentan el desafío de equilibrar la seguridad fronteriza con el respeto a los derechos humanos.
El impacto de estas políticas también se siente en México, que sigue siendo el principal receptor de deportados. El aumento en los retornos plantea retos significativos para las autoridades mexicanas en términos de reintegración social y laboral de los migrantes, así como de atención a sus necesidades básicas.
El récord de deportaciones en 2024 es un reflejo de un enfoque más estricto en la política migratoria estadounidense bajo el mandato de Joe Biden. A medida que el tema migratorio continúa polarizando a la sociedad y la política, el desafío radica en encontrar soluciones que combinen seguridad, humanidad y cooperación internacional. Mientras tanto, miles de familias migrantes enfrentan un futuro incierto en un sistema cada vez más restrictivo y complejo.