La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, presentó el Paquete Económico 2025, que será enviado mañana al Congreso local para su aprobación. El presupuesto, según Brugada, está diseñado para atender las principales necesidades de la población capitalina y reducir las desigualdades sociales, con una austeridad responsable como base.
En un evento celebrado en la Alcaldía Tláhuac, la mandataria destacó que el presupuesto priorizará sectores clave, evitando los gastos superfluos. “Será un presupuesto que garantice que las inversiones lleguen donde más se necesitan”, aseguró Brugada, resaltando que se destinarán recursos a la infraestructura, el agua y el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que enfrenta retos operativos.
Uno de los aspectos más relevantes del plan es la construcción de cinco nuevas líneas de Cablebús. En 2025, comenzarán las obras en las alcaldías de Tlalpan, Álvaro Obregón y Milpa Alta, con el objetivo de mejorar la conectividad de estas zonas de la capital. Además, se asignarán más recursos para la vivienda asequible, tanto en proyectos de venta como de renta.
Brugada también hizo énfasis en la continuidad de los programas sociales clave como Desde la Cuna, Beca para Transporte y Universitarios en Movimiento, junto con el Ingreso Ciudadano Universal y el programa MERCOMUNA, que apoya el abastecimiento y la alimentación en zonas marginadas.
El presupuesto también reflejará un fuerte apoyo a la cultura, educación y deporte, destacando la construcción de Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía Social (UTOPÍAS) y el equipamiento de escuelas con instrumentos musicales. Asimismo, se fomentarán eventos culturales y deportivos en toda la ciudad para transformar las periferias en nuevos centros de actividades, promoviendo la inclusión y el bienestar.
Con este Paquete Económico, la Ciudad de México reafirma su compromiso con un desarrollo equilibrado y equitativo, asegurando que los recursos se distribuyan de manera justa para beneficiar a todos los sectores de la población. “Nunca más las periferias deben ser sinónimo de desigualdad”, concluyó Brugada.