El Partido Revolucionario Institucional (PRI), encabezado por Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como Alito, bajo un nuevo capítulo financiero. La Comisión Política Permanente del Consejo Político Nacional, también presidida por Moreno, aprobó un nuevo endeudamiento de 409.5 millones de pesos, lo que eleva la deuda total del partido a casi 600 millones de pesos. Este movimiento ha generado intensas críticas dentro y fuera del tricolor.
El acuerdo, publicado en los estrados electrónicos del PRI, detalla que el crédito se respalda con el edificio de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), ubicado en la calle Lafragua, en la Ciudad de México. Según los documentos aprobados, el monto se destinará parcialmente a la reestructuración de tres créditos bancarios, que suman 189.5 millones de pesos a una tasa de interés de TIE +3.98% con un plazo de 24 meses.
La dirigencia justifica este nuevo endeudamiento como una medida para refinanciar pasivos y cubrir gastos ordinarios, pero las críticas no se hicieron esperar. Alejandro Alito Moreno, quien ha liderado al PRI en un periodo marcado por una debacle electoral, enfrenta señalamientos por priorizar estrategias financieras riesgosas mientras el partido pierde relevancia política.
Deuda en aumento
Desde 2019, el PRI ha acumulado una serie de créditos que han disparado su endeudamiento. Ese año, el Consejo Político Nacional autorizó una línea de crédito inicial de 250 millones de pesos, respaldada por el mismo edificio de Lafragua. En julio de 2019, se obtuvo un préstamo de 100 millones de pesos con Banco Azteca, y para 2021, la deuda ya ascendía a 168.5 millones de pesos.
En 2021, bajo la dirigencia de Moreno, el PRI solicitó un nuevo crédito por 207.4 millones de pesos, de los cuales 38.8 millones se destinaron a gastos del Comité Ejecutivo Nacional, mientras el resto cubrió deudas previas. En los años siguientes, la deuda continuó creciendo con múltiples préstamos adicionales, incluyendo uno por 284.5 millones aprobado en febrero de 2024.
El nuevo crédito autorizado ahora consolida una deuda acumulada que alcanza 599 millones de pesos, lo que ha encendido alarmas sobre la viabilidad financiera del partido.
Críticas internas y externas
La decisión ha generado tensiones dentro del PRI. Algunos líderes históricos han cuestionado la estrategia de endeudamiento constante. Ivonne Ortega, exgobernadora y priista de larga trayectoria, señaló: “Es inconcebible que un partido que ya enfrenta una crisis de credibilidad y militancia se arriesgue a hipotecar su futuro financiero por una gestión poco transparente”.
Por otro lado, analistas políticos advierten que esta estrategia podría ser un reflejo de la desesperación por mantener operaciones básicas ante la reducción de recursos provenientes de prerrogativas electorales.
Pérdida de gubernaturas y militancia
El contexto político del PRI agrava el impacto de esta decisión. Bajo la gestión de Moreno, el partido ha perdido 10 gubernaturas en los últoims cinco años y ha visto una significativa desbandada de militantes, incluidas figuras clave. Las críticas no solo se centran en el endeudamiento, sino en la falta de resultados que respalden las decisiones de su dirigencia.
Durante una reciente reunión del Consejo Político Nacional, algunos priistas cuestionaron abiertamente el liderazgo de Moreno. Un representante que pidió anonimato expresó: “Este no es el PRI que conocemos. Nos estamos desmoronando por dentro mientras la dirigencia sigue tomando decisiones que hipotecan nuestro futuro”.
¿Qué implica este nuevo crédito?
El acuerdo establece que los 409.5 millones de pesos se dividirán entre la reestructuración de deudas existentes y el financiamiento de actividades ordinarias del partido. Aunque la dirigencia asegura que esto permitirá una mejor gestión financiera, la falta de claridad en los detalles genera dudas.
Analistas económicos, como el experto en finanzas públicas Carlos Serrano, advierten que esta práctica puede ser insostenible: “Un endeudamiento constante sin un plan claro de recuperación económica es una receta para el desastre. El PRI necesita repensar su estrategia financiera y política”.
El futuro del PRI: incertidumbre financiera y política
Con este nuevo crédito, el PRI se enfrenta a un escenario complejo. No solo debe lidiar con el reto de pagar una deuda cercana a los 600 millones de pesos, sino también con la pérdida de fuerza política que ha marcado su trayectoria reciente.
La dirigencia de Moreno Cárdenas está bajo el escrutinio no solo de sus militantes, sino de la opinión pública. Los próximos meses serán cruciales para determinar si el PRI puede encontrar una salida a esta crisis o si seguirá en un camino de deterioro financiero y político.
La ampliación de la deuda del PRI, autorizada por Alejandro Moreno, refleja un momento crítico para el partido. Mientras busca sobrevivir financieramente, enfrenta crecientes cuestionamientos internos y externos. La pregunta que queda es si el PRI puede reinventarse antes de que las deudas —económicas y políticas— terminen por colapsar su estructura