4 julio, 2024

El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray, alertó ante el Senado de Estados Unidos sobre la existencia de una red de tráfico de personas ligada al grupo terrorista Estado Islámico (EI) operando en la frontera entre México y Estados Unidos. Este anuncio se produjo durante una sesión en la que los directores de las agencias de inteligencia estadounidenses discutieron las principales amenazas globales enfrentadas por el país, destacando preocupaciones sobre China, Rusia, el avance de la inteligencia artificial y la red social TikTok.

 

 

La seguridad fronteriza y la crisis migratoria emergieron como temas de alta preocupación, particularmente en el contexto de las próximas elecciones presidenciales de noviembre, donde se han convertido en puntos centrales de debate.

 

El senador republicano Marco Rubio interrogó a Wray sobre la posible existencia de redes de tráfico de migrantes operadas por individuos vinculados al EI u otras organizaciones terroristas. Wray confirmó la preocupación sobre “una red en particular con algunos facilitadores extranjeros… que tienen vínculos con ISIS, aunque se reservó detalles específicos para sesiones cerradas.

 

Este diálogo subraya la insistencia de los republicanos en retratar la situación en la frontera como una amenaza a la seguridad nacional, criticando la gestión del presidente Joe Biden ante la afluencia de migrantes. Desde la llegada de Biden a la Casa Blanca en enero de 2021, la patrulla fronteriza ha interceptado a más de 2.7 millones de migrantes o solicitantes de asilo.

 

 

Wray también vinculó la frontera con una amplia gama de amenazas, incluido el tráfico de narcóticos, señalando el ingreso de “individuos peligrosos” al país. Resaltó la epidemia de drogas en Estados Unidos, con más de 100,000 muertes en 2023, en gran parte debido a opioides sintéticos como el fentanilo, producido mayoritariamente por carteles mexicanos con precursores químicos de China. El FBI ha incautado cantidades de fentanilo capaces de matar a 270 millones de personas en los últimos dos años, evidenciando la escala del desafío que enfrenta.