Opinión
¡Agárrense, se viene una perra multa!
Desde abril de 2024 la Agencia de Atención Animal (AGATAN) puso en marcha el RUAC, que es el Registro Único de Animales de Compañía. La intención: saber quién es dueño de quién de un animal de compañía.
Se trata de contar con los datos de tu perro con su RUAC, así es querido PetLover que con buen corazón recogiste al “Chilaquil” para darle sus croquetas finas y un lugar en tu morada aunque estuviera acostumbrado a comer patas de pollo con esquites afuera de la iglesia de tu colonia y corretear microbuses con libertad. Ahora, si no cae en malas manos como los datos del REPUVE, este registro será una especie de menú a la carta para elegir mascotas para extorsionar o sacarle algún beneficio, ya ven que el Dr. Simi sacó sus veterinarias mirando el potencial que tienen, no tardarán en sacar también croquetas del Bienestar.
Tuviste hasta finales de junio de 2025 para registrar a tus mascotas, o de lo contrario te puedes llevar una multa más incómoda que las selfies de Noroña semidesnudo. Y ojo que esta no es una multa de chocolate. Hablamos de multa de hasta $3,394 pesos, más o menos lo que te gastas en croquetas gourmet porque tu perro “no come cualquier cosa”, o un bonito arresto inconmutable de hasta 36 horas, ideal para reflexionar sobre tus decisiones adultas.
“¿Qué sigue? ¿El SAT pidiéndole a mi perro declaración mensual?” dirás tú, ciudadano promedio, preocupado y confundido. Y no te culpo, porque en esta bella ciudad de contrastes puedes evadir impuestos, burlar el reglamento de tránsito, y hasta andar en moto sin casco, pero ¡ay de ti si el peludo no tiene RUAC!
Según AGATAN, el registro ayudará a combatir el abandono y maltrato animal. Todo suena bonito, aunque siendo CDMX uno pensaría que resolver primero el abandono de humanos en hospitales o el mantenimiento en la Línea 3 del Metro sería prioridad. Pero mira, aquí lo importante es avanzar.
Ya no solo te tienes que preocupar por tener al día la tenencia del carro o la licencia. Ahora tu lomito peludo o michi -según tu gusto- también debe estar al día con sus obligaciones ciudadanas, porque la Cuarta Transformación animal llegó más rápida que el Metrobús en hora pico.
Así que ya sabes, si quieres evitar una perra multa y evita que la única mordida que te duela sea la de la cartera. Porque aquí en CDMX, donde todo es posible y nada sorprende, ya era hora de que los perros se pusieran al nivel de responsabilidades humanas. Total, ellos ya dominan la cama, el sillón y la comida, ¿por qué no iban a dominar también la burocracia?