La Ciudad de México enfrenta un crecimiento alarmante en su parque vehicular, lo que contribuye a la congestión y la densidad del tráfico en la capital. Con una población de 9.2 millones de personas, la capital es una de las urbes más densamente pobladas del mundo, con poco espacio para tantos habitantes.
El incremento en el número de vehículos ha llevado a que los tiempos de traslado se dupliquen debido al tráfico vehicular, con personas pasando en promedio de dos a tres horas en transporte público o privado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), para el año 2022 se registraron un total de 6 millones 368,520 vehículos en circulación en la Ciudad de México, lo que equivale a un vehículo de motor por cada 1.4 capitalinos. Esta proporción se ha acercado cada vez más al “uno a uno” en los últimos años.
Es relevante señalar que muchos autos de residentes capitalinos están registrados en otros estados, lo que podría alterar la relación de vehículos por persona; sin embargo, la Ciudad de México y el Estado de México concentran cerca del 30% del total de vehículos en todo el país.
Este aumento en el parque vehicular, aunque refleja las necesidades de movilidad de la población, también plantea desafíos en términos de espacio público y contaminación ambiental. Es fundamental implementar políticas que fomenten el uso de transporte público y alternativas sustentables para mitigar estos problemas en la capital mexicana.