15 enero, 2025
Tortillas piratas: la informalidad amenaza la calidad y la economía del consumidor

 

El mercado informal de tortillas en México está en auge. Según la Alianza por Nuestra Tortilla, el 60% de las 22 mil toneladas diarias que se producen a nivel nacional provienen de comercios irregulares, lo que representa un riesgo para la economía formal y la salud de los consumidores.

 

Blanca Mejía Castillo, coordinadora de la Red Maíz, destacó que en el país operan más de 110 mil tortillerías, pero una gran parte de las ventas ocurre en tiendas no reguladas como misceláneas, carnicerías y recauderías. Estas “tortillerías piratas” no cumplen con las normas oficiales mexicanas (NOM) 251, 51 y 187, lo que genera competencia desleal y pone en peligro a los consumidores.

 

“El bajo costo seduce, pero es un espejismo. Las tortillas vendidas en el mercado informal pueden contener conservadores y químicos que comprometen la salud. Además, no siempre se garantiza el peso correcto del producto”, advirtió Mejía Castillo.

 

Riesgos para la salud

Rafael Mier, director de Fundación Tortilla, alertó sobre la calidad de las tortillas en el mercado clandestino. Explicó que, para soportar el transporte y almacenamiento, muchas veces se utilizan aditivos no regulados. “La gente las compra como tortillas normales, pero no sabe qué contienen realmente”, señaló.

 

Además, el incumplimiento de las normas sanitarias puede ocasionar problemas graves para la salud pública, ya que no se garantiza la trazabilidad del producto ni la calidad del maíz utilizado.

 

Precio de la informalidad

El precio promedio del kilo de tortilla en la Ciudad de México oscila entre los 20 y 22 pesos en tortillerías formales, mientras que en el mercado informal puede llegar a venderse hasta 30% más barato. Esto es posible porque los vendedores irregulares evitan pagar impuestos, permisos y regulaciones, lo que representa una ventaja económica injusta frente a los negocios establecidos.

 

Mejía Castillo subrayó que esta situación también afecta a los productores de maíz nixtamalizado, quienes enfrentan una reducción en la demanda debido al aumento en el uso de harina industrializada.

 

Acciones necesarias

La Red Maíz ha solicitado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que intensifiquen la supervisión y regulación del mercado tortillero; sin embargo, Profeco ha señalado su falta de capacidad para inspeccionar a todos los establecimientos.

 

Mejía Castillo propuso la creación de un Centro de Capacitación especializado en la industria de la tortilla para promover buenas prácticas empresariales y garantizar la calidad del producto. Además, instó a implementar políticas públicas que favorezcan el uso de maíz nixtamalizado, una tradición culinaria que aporta importantes beneficios nutricionales.

 

El mercado informal de tortillas no solo pone en riesgo la salud de los consumidores, sino que también impacta negativamente en la economía formal y en los pequeños productores. Regular y supervisar esta industria es fundamental para proteger uno de los alimentos más emblemáticos de México, asegurando su calidad y accesibilidad para las familias mexicanas.