Un juez federal con sede en Toluca, Estado de México, dictó condenas de hasta 340 años de prisión contra 12 integrantes del cártel de la Familia Michoacana. Las sentencias, que suman cientos de años, se emitieron por delitos de delincuencia organizada, secuestro, homicidio calificado, homicidio en grado de tentativa, robo calificado y robo agravado.
El caso: Operaciones criminales en Toluca y Lerma
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), los sentenciados operaban en Toluca y Lerma, donde mantenían casas de seguridad utilizadas para secuestros, almacenamiento de vehículos robados y otros actos ilícitos. Los detenidos, identificados como Benigno “G”, Jorge “P”, Salvador “G”, Luis “E”, Gabriel “P”, Michel “P”, Neftalí “P”, Anselmo “G”, Adalberto “T”, José “V”, Raúl “M” y Erick “G”, fueron aprehendidos en 2013 tras una serie de operativos en el Estado de México.
El juez Primero de Distrito en Materia Federal señaló que la sentencia fue posible gracias a las pruebas contundentes presentadas por la FGR, que incluyeron testimonios, evidencia forense y grabaciones de actividades criminales.
Condenas individuales
Las sentencias reflejan la gravedad de los crímenes cometidos:
- Benigno “G” recibió la condena más alta: 340 años y ocho meses de prisión.
- Jorge “P” y Salvador “G” fueron sentenciados a 284 y 204 años, respectivamente.
- Luis “E” y Gabriel “P” obtuvieron penas de 184 años cada uno.
- Michel “P” y Neftalí “P” enfrentan sentencias de 154 años cada uno.
- Las penas restantes varían entre 90 y 44 años, asignadas a Anselmo “G”, Adalberto “T”, José “V”, Raúl “M” y Erick “G”.
Los sentenciados cumplen sus condenas en diferentes Centros Penitenciarios de Reinserción Social del Estado de México, ubicados en:
- Santiaguito
- Nezahualcóyotl Bordo de Xochiaca
- Tenango del Valle
- Chalco
- Texcoco
El coordinador de la FGR, Luis Crespo, destacó la importancia de este fallo: “Estas sentencias son un mensaje claro de que el crimen organizado no quedará impune. Seguiremos trabajando para desarticular estas redes que afectan gravemente la seguridad del país”.
Por su parte, el secretario de Seguridad del Estado de México, Rodrigo Martínez-Celis, mencionó que el éxito de este caso radica en la colaboración interinstitucional. “Desde la detención en 2013, hasta el proceso judicial, se garantizó que la evidencia recopilada fuera suficiente para sustentar estas sentencias”, afirmó.
La Familia Michoacana es uno de los cárteles más notorios en México, conocido por su estructura violenta y diversificación criminal. Aunque ha perdido fuerza en los últimos años, sigue operando en regiones clave como Michoacán, Guerrero y el Estado de México.
Este caso pone en evidencia la capacidad de las autoridades para actuar contra células específicas del cártel, pero también subraya la complejidad de erradicar su influencia en las comunidades.
Las sentencias no solo representan un golpe para la Familia Michoacana, sino también una victoria simbólica para el sistema judicial mexicano, sin embargo, expertos advierten que el encarcelamiento de líderes y operadores no garantiza la disolución de estas organizaciones. “Es fundamental continuar monitoreando sus actividades y desmantelar sus redes económicas y sociales”, señaló el criminólogo Roberto Sánchez.
El juez que dictó las sentencias destacó que el caso es un ejemplo de cómo el sistema judicial puede funcionar cuando las investigaciones son exhaustivas y están bien documentadas. “Estas sentencias deben servir como un recordatorio de que la justicia, aunque tardía, siempre alcanza”, concluyó durante la lectura del fallo.