En un movimiento trascendental para la protección del medio ambiente y la identidad cultural de México, la Cámara de Diputados tiene listo el dictamen que prohíbe la siembra de maíz transgénico, el uso de fracking para extracción de gas natural, y la operación de minas a cielo abierto. Además, la reforma establece restricciones severas a concesiones de uso de agua en zonas con baja disponibilidad.
El dictamen, que ha generado gran expectativa, busca salvaguardar la biodiversidad del país y garantizar el acceso a recursos naturales esenciales. Aunque aún debe ser aprobado por el pleno de la Cámara de Diputados, representa un paso clave en la dirección de políticas más sostenibles y respetuosas del entorno.
Prohibición de maíz transgénico: Llamado a la identidad nacional
El dictamen reconoce al maíz como un elemento de identidad nacional, considerado alimento básico y símbolo cultural. Según el texto, “el maíz destinado al consumo humano y su cultivo deben estar libres de transgénicos y de cualquier otra modificación genética”. Asimismo, se ordena al Estado fomentar prácticas agropecuarias que respeten este principio.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha sido una ferviente defensora de esta reforma. En un discurso reciente, enfatizó: “Proteger nuestra biodiversidad es un acto de soberanía. Sin maíz, no hay país”. Sheinbaum también señaló que esta legislación es una respuesta directa a los desafíos planteados por el fallo del panel del T-MEC que cuestionó las medidas de México sobre maíz transgénico.
El dictamen incluye una disposición específica: solo se permitirá la importación de maíz genéticamente modificado para fines distintos al consumo humano bajo la modalidad de maíz quebrado o grano fragmentado, y siempre que se garantice que no pueda germinar.
Adiós al fracking y minas a cielo abierto
Además del maíz transgénico, el dictamen establece una prohibición general al fracking y la explotación minera a cielo abierto, prácticas que han generado graves daños al medio ambiente en el país, sin embargo, se deja una puerta abierta: estas actividades podrán ser autorizadas en casos excepcionales que determine el Ejecutivo Federal, siempre que se considere su carácter estratégico para el desarrollo nacional.
Ana Laura López, activista ambiental y vocera de una coalición de ONG, celebró esta medida pero mostró cautela respecto a las excepciones: “Es un avance importante, pero necesitamos garantizar que estas autorizaciones no se conviertan en un pretexto para perpetuar prácticas destructivas”.
El agua: un derecho prioritario
Otro punto crucial del dictamen es la regulación del uso del agua. La reforma establece que el acceso al agua para consumo personal y doméstico será preferente sobre cualquier otro uso. Esto es particularmente relevante en un contexto donde varias regiones del país enfrentan escasez de este recurso.
Mario Delgado, diputado de Morena y presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, destacó: “El agua es un derecho humano y debemos asegurar su disponibilidad para las familias mexicanas. Esta reforma prioriza el bienestar de las personas por encima de intereses comerciales”.
El dictamen fue aprobado por la Comisión de Puntos Constitucionales en agosto de 2024 con 30 votos a favor y 7 en contra. Desde entonces, ha estado a la espera de que el pleno de la Cámara de Diputados lo discuta y vote.
Durante los debates, los legisladores de Morena y sus aliados argumentaron que esta reforma es fundamental para proteger la biodiversidad del país y garantizar la sostenibilidad de los recursos naturales. Por otro lado, representantes de la oposición señalaron preocupaciones sobre el impacto económico de estas prohibiciones, especialmente en sectores como la minería y la agroindustria.
Alejandro Moreno, diputado del PRI, afirmó: “Estamos de acuerdo en proteger la biodiversidad, pero necesitamos un enfoque equilibrado que también considere el impacto en el empleo y la economía”. Sin embargo, su postura fue rechazada por una mayoría que defendió la importancia de priorizar la salud pública y el medio ambiente.
Desafíos internacionales y soberanía
La reforma también plantea un desafío para las relaciones comerciales internacionales. Tras el fallo del panel del T-MEC que cuestionó las restricciones de México al maíz transgénico, esta legislación representa un acto de resistencia frente a las presiones externas.
Juan Carlos Anaya, analista de comercio internacional, señaló: “México está tomando una postura clara respecto a su soberanía alimentaria. Sin embargo, este tipo de medidas podrían generar tensiones adicionales con nuestros socios comerciales”.
Si bien el dictamen aún debe ser aprobado en el pleno, su avance representa un cambio significativo en las políticas públicas de México. Al prohibir el maíz transgénico, el fracking y las minas a cielo abierto, esta reforma busca no solo proteger el medio ambiente, sino también preservar la identidad cultural y garantizar derechos básicos como el acceso al agua.
Para muchos, esta reforma es un acto de justicia histórica. Como concluyó Sheinbaum: “Estamos legislando por un México más justo, más limpio y más soberano”. Sin duda, el país estará atento a los próximos pasos de este proceso legislativo que promete marcar un antes y un después en la relación de México con su medio ambiente y su riqueza cultural.