19 diciembre, 2024
El flujo migratorio en México: crisis humanitaria en números

 

Entre enero y agosto de este año, el Instituto Nacional de Migración (INM) reportó la identificación de 925 mil migrantes en situación irregular. Estas cifras reflejan una agudización de la crisis humanitaria en México, donde las caravanas migrantes representan solo una parte visible del problema. A través de un comunicado reciente, Médicos Sin Fronteras (MSF) destacó los múltiples riesgos que enfrentan estas personas durante su travesía hacia Estados Unidos.

Caravanas: Un intento de protegerse

Daniel Bruce y Ricardo Santiago, responsables de las bases de MSF en el sur de México, explicaron que las caravanas migrantes, formadas principalmente en estados como Chiapas, Oaxaca y Veracruz, buscan mitigar los riesgos asociados con el viaje. Entre septiembre y diciembre de este año, se registraron 12 caravanas con aproximadamente 10 mil personas, todas con un objetivo común: protegerse de la violencia y las adversidades del camino.

 

“Las personas que avanzan en caravanas intentan reducir su exposición a agresiones como torturas, violencia sexual, robos y secuestros. También enfrentan privaciones extremas como falta de agua, alimentos y atención médica”, señaló Bruce. Sin embargo, esta estrategia no es garantía de seguridad. Las condiciones extremas de las caminatas, sumadas al calor y la falta de acceso a agua potable, generan un aumento de enfermedades como infecciones respiratorias, afecciones osteomusculares y problemas gastrointestinales.

Rutas en constante cambio

MSF también alertó sobre los cambios en las rutas migratorias. Según los responsables de la organización, “hasta hace poco, muchos migrantes llegaban a Tapachula tras cruzar el río Suchiate sobre cámaras neumáticas. Ahora, ya no los vemos llegar por ahí”. Estos cambios en las rutas responden a controles más estrictos y peligros crecientes en puntos tradicionales de cruce.

 

México, como país de origen, tránsito, destino y retorno, se enfrenta a flujos migratorios que, pese a los cambios de ruta, no disminuyen. “El flujo sigue creciendo, y cada vez son más las mujeres que viajan con niños pequeños, muchas de ellas provenientes de países como Guatemala, Honduras, El Salvador, Venezuela y Haití. Incluso llegan personas desde Senegal, Pakistán y China”, comentó Ricardo Santiago.

 

Crisis humanitaria en cifras

Las cifras del INM, respaldadas por reportes de organizaciones internacionales, confirman la magnitud del problema. Durante el periodo analizado, los 925 mil migrantes identificados representan un incremento significativo frente a años anteriores. En este contexto, los migrantes enfrentan desafíos extremos:

  • Violencia: Se reportan torturas, extorsiones y amenazas como parte de la realidad diaria de quienes atraviesan el país.
  • Enfermedades: Las largas caminatas, la falta de alimentos y las condiciones climáticas extremas han generado un aumento de casos de deshidratación, quemaduras y enfermedades respiratorias.
  • Exposición: Los migrantes, especialmente las mujeres y los niños, son los más vulnerables a los abusos y ataques.

Respuesta de las organizaciones humanitarias

Médicos Sin Fronteras ha implementado bases en puntos clave del sur de México para ofrecer atención médica y psicológica a los migrantes. A través de brigadas móviles, atienden problemas de salud asociados con las condiciones del viaje. “Estamos viendo un incremento en pacientes con infecciones respiratorias y problemas en la piel debido al agua contaminada y las altas temperaturas”, puntualizó Santiago.

 

Sin embargo, los recursos disponibles no son suficientes para atender a todos. En la víspera del Día Internacional del Migrante, que se conmemora este 18 de diciembre, MSF reiteró la necesidad de políticas públicas más efectivas para abordar las causas profundas de la migración y garantizar la seguridad de quienes atraviesan el país.

 

La crisis migratoria en México es un reflejo de tensiones globales que empujan a miles de personas a abandonar sus países de origen. Factores como la violencia, la pobreza extrema, los conflictos políticos y los desastres naturales están detrás de este fenómeno. En el caso de México, su posición geográfica lo convierte en un punto estratégico y a la vez en un territorio de tránsito peligroso.

 

Expertos coinciden en que la situación exige una colaboración internacional más amplia, con medidas que garanticen no solo la seguridad de los migrantes, sino también su acceso a derechos fundamentales como salud, alimentación y refugio.

 

Con más de 925 mil personas identificadas en situación irregular en lo que va del año, la crisis migratoria en México es un recordatorio de los desafíos humanitarios que enfrenta la región. Mientras las caravanas representan una forma de resistencia ante las adversidades, los riesgos que enfrentan los migrantes no hacen más que evidenciar la urgencia de una solución integral.

 

Organizaciones como MSF seguirán atendiendo las necesidades inmediatas, pero la clave para abordar esta problemática radica en políticas migratorias que prioricen la protección y los derechos humanos. En palabras de Ricardo Santiago: “Es momento de dejar de ignorar esta crisis; debemos actuar antes de que sea demasiado tarde”.