Cientos de soldados norcoreanos han muerto o resultado heridos en los intensos combates en la región rusa de Kursk, informó un mando militar estadounidense. Las bajas incluyen desde heridos leves hasta muertos en combate, según el oficial, quien habló bajo anonimato.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Oleksandre Sirski, confirmó que Corea del Norte participa activamente en las operaciones ofensivas en Kursk, región donde Ucrania mantiene el control sobre una pequeña porción del territorio tras una ofensiva sorpresa lanzada en agosto.
Refuerzos norcoreanos y su costo humano
Fuentes occidentales aseguran que miles de soldados norcoreanos han sido enviados a Rusia en las últimas semanas para reforzar al ejército ruso, pero su falta de experiencia en combate podría explicar las numerosas bajas registradas, señaló el mando militar estadounidense.
El Kremlin y Pyongyang han evitado pronunciarse sobre este despliegue sin precedentes. Esta cooperación militar se enmarca en el acuerdo de defensa mutua firmado entre ambas naciones, que entró en vigor en diciembre. Dicho acuerdo contempla “asistencia militar inmediata” en caso de agresión por terceros países.
Condena internacional
Estados Unidos, junto con otras nueve naciones y la Unión Europea, emitió una declaración conjunta condenando la creciente cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia. Los países firmantes, incluidos Japón, Corea del Sur y Alemania, anunciaron que seguirán implementando sanciones económicas para contrarrestar los riesgos de esta alianza.
La situación en Kursk no solo resalta el papel de Corea del Norte como aliado militar de Rusia, sino también la intensificación del conflicto y su impacto global, generando preocupación entre las principales potencias occidentales.
Los combates en Kursk marcan la mayor ofensiva en suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial, un reflejo de la escalada del conflicto. La participación de tropas norcoreanas añade un nuevo y preocupante componente geopolítico al escenario.
