En medio de un clima político convulsionado por la propuesta de reforma judicial impulsada por Morena y sus aliados en el Congreso, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña, ha emergido como defensora de la independencia del Poder Judicial en esta crisis política tras la Reforma propuesta por el presidente de la república. En una manifestación que tuvo lugar en las inmediaciones de la Cámara de Diputados, Piña no solo mostró su apoyo a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) que se oponen a la reforma, sino que se sumó a las protestas de manera activa, caminando junto a ellos y coreando consignas como “¡El Poder Judicial no va a caer, no va a caer!”.
La manifestación y el apoyo a los trabajadores del PJF
El pasado 6 de septiembre de 2024, Norma Piña fue vista marchando al lado de cientos de trabajadores del Poder Judicial en un gesto que ha sido interpretado como una defensa de la independencia judicial y un claro rechazo a las reformas impulsadas por el partido de gobierno. Ataviada con una camiseta blanca con un mensaje a favor del PJF, la ministra presidenta mostró su apoyo a los manifestantes, quienes respondieron con gritos de respaldo como “¡Se ve, se siente, la ministra está presente!”.
Los trabajadores del PJF, que han intensificado las protestas en las últimas semanas, temen que la reforma judicial, que plantea cambios estructurales profundos, pueda minar la independencia del Poder Judicial y poner en riesgo el sistema de carrera judicial. Estas preocupaciones se han hecho eco en diversos sectores de la sociedad, incluyendo a políticos de oposición.
El respaldo de figuras políticas a Norma Piña
Diversos actores políticos de oposición han elogiado la participación de Norma Piña en las protestas. Una de las primeras en manifestar su apoyo fue Paulina Rubio, diputada del Partido Acción Nacional (PAN), quien desde su cuenta en X (antes Twitter), afirmó que la ministra presidenta está “del lado correcto de la historia”. En su mensaje, Rubio contrastó la postura de Piña con la de la ministra Loreta Ortiz, quien, según ella, tiene vínculos estrechos con Morena como fundadora del partido.
Otra figura destacada que mostró su respaldo fue el exdiputado federal Fernando Belaunzarán, quien describió la acción de Piña como “insólita” y la calificó de valiente por defender la independencia del Poder Judicial en tiempos críticos. “Mis respetos”, agregó Belaunzarán en su mensaje.
El debate sobre la reforma y las implicaciones para la SCJN
El contexto de esta movilización se da en medio de un intenso debate sobre la reforma al Poder Judicial que está siendo discutida en el Congreso de la Unión. La reforma, promovida por Morena, ha sido criticada por sectores de la oposición y trabajadores del Poder Judicial, quienes consideran que socava la independencia judicial y concentra demasiado poder en el Ejecutivo.
En respuesta a la presión ejercida por los manifestantes y diversas instancias del Poder Judicial, Norma Piña inició un proceso de consulta con los demás ministros de la SCJN para explorar la posibilidad de intervenir en el proceso legislativo. Esta consulta fue motivada por escritos enviados por Juzgados de Distrito y Tribunales Colegiados de Circuito, solicitando que la SCJN ejerza su facultad contenida en el artículo 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que permitiría la suspensión del procedimiento de reforma.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue categórico en su rechazo a esta posibilidad. Desde su conferencia matutina, el mandatario afirmó que la SCJN no tiene fundamentos constitucionales para intervenir en el proceso legislativo, calificando cualquier intento de hacerlo como una “aberración” que afectaría la vida pública del país. “No hay fundamento constitucional, sería una arbitrariedad”, sentenció el presidente.
La presión de los trabajadores y la postura del Senado
La reforma judicial se encuentra en un punto clave en su proceso legislativo. Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado se reunirán el próximo 8 de septiembre para dictaminar la minuta aprobada previamente por la Cámara de Diputados. Si bien el bloque de Morena cuenta con una mayoría legislativa, los 43 senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano han anunciado que votarán en contra de la reforma, lo que ha intensificado la presión sobre los legisladores oficialistas.
Trabajadores del PJF han dejado en claro que mantendrán las acciones de protesta para impedir la aprobación de la reforma. Lucero de Alba Peña, jueza de Distrito en Tlaxcala, fue una de las voces más contundentes al llamar a los senadores a reconsiderar su apoyo a la reforma. En una declaración dirigida a los senadores José Sabino Herrera y Araceli Saucedo, quienes se pasaron a la bancada de Morena, De Alba Peña les instó a “rectificar su decisión” y votar en contra de la reforma.
Además, más de 300 trabajadores de la Suprema Corte y del PJF, provenientes de circuitos judiciales de Oaxaca, Durango y Coahuila, realizaron una marcha desde la Bolsa Mexicana de Valores hasta el Senado, en la que exigieron a los legisladores que piensen en el futuro del país y en las implicaciones que tendría la reforma para la democracia y la economía de México.
Consecuencias económicas y sociales de la reforma
Una de las principales preocupaciones de los manifestantes es el impacto económico que podría tener la reforma judicial. “¡Juez votado, peso devaluado!” fue una de las consignas más repetidas durante las protestas, en alusión al posible debilitamiento del peso mexicano ante una crisis de confianza en el sistema judicial.
Angélica Landeros, representante del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito en Jalisco, alertó sobre los peligros de debilitar al Poder Judicial, destacando que esto no solo afectaría a las grandes inversiones, sino también a las pequeñas empresas familiares que dependen de un sistema judicial fuerte y confiable para prosperar.
La movilización continúa: Megamarcha y nuevas protestas
Las protestas no muestran señales de detenerse. Los trabajadores del PJF han anunciado una megamarcha para el 10 de septiembre, que partirá desde el Ángel de la Independencia hacia el Senado. Además, confirmaron su intención de continuar con la toma de sedes del Poder Judicial en la Ciudad de México y movilizaciones en puntos clave de la capital, como Paseo de la Reforma, Insurgentes y el Zócalo.
La reforma judicial ha desencadenado una serie de protestas sin precedentes que han unido a trabajadores del Poder Judicial, jueces y figuras políticas de oposición en defensa de la independencia judicial. La postura de Norma Piña, su participación activa en las manifestaciones y la firme oposición de sectores importantes de la sociedad mexicana han colocado este tema en el centro del debate político y social del país. Los próximos días serán decisivos para el futuro del sistema judicial mexicano.
