29 septiembre, 2024

Tras preocupantes informes de un persistente olor a combustible en diversas colonias de la alcaldía Gustavo A. Madero, autoridades de la Ciudad de México han iniciado una serie de pruebas para evaluar y mitigar la contaminación del aire y del suelo en la zona. La secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), Myriam Urzúa, ha confirmado que las pruebas de calidad del aire comenzaron esta semana, en un esfuerzo por identificar y resolver la fuente de estos vapores nocivos.

 

Los estudios, a cargo del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), se están llevando a cabo en las colonias CTM Aragón, Narciso Bassols y Cuchilla del Tesoro, donde los vecinos han reportado un olor a combustible emanando de las coladeras desde hace más de un mes. “El equipo especial del INECC utiliza globos y otros instrumentos para tomar muestras del aire en distintos puntos de la zona afectada”, explicó Urzúa durante una reunión con los vecinos afectados.

 

Este muestreo ayudará a determinar la concentración y tipo de contaminantes presentes, que los análisis preliminares han identificado como diesel y aceite. Este proceso es esencial para entender la extensión de la contaminación y planificar las medidas de remediación adecuadas.

 

La contaminación en estas colonias parece estar vinculada a tres tomas clandestinas de turbosina en un ducto cercano a la Avenida 604. Estas tomas, que quedaron abiertas, no solo contaminaron el ambiente sino también el suelo circundante. En respuesta a este problema ambiental y de salud pública, la SGIRPC ha intensificado las investigaciones y las medidas correctivas.

 

Además de las pruebas de calidad del aire, se está llevando a cabo un estudio de caracterización del suelo. “Intertek Testing Services, una empresa privada contratada por la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), iniciará esta semana un análisis detallado del suelo en la zona”, dijo Urzúa. Este estudio implicará la realización de 60 sondeos a 30 centímetros de profundidad para definir el perímetro contaminado por turbosina y diseñar un plan de remediación eficaz.

 

La comunidad afectada ha estado en constante diálogo con las autoridades, buscando soluciones rápidas y efectivas. La SGIRPC y otros entes involucrados han prometido mantener una comunicación abierta y transparente con los vecinos, proporcionando actualizaciones regulares sobre el progreso de las investigaciones y las acciones de remediación.

 

A medida que avanzan los estudios, la Ciudad de México se enfrenta al desafío de no solo abordar esta situación específica, sino también de reforzar las medidas de seguridad y supervisión en toda la red de ductos para prevenir futuras incidencias. La resolución de este incidente servirá como un caso de estudio crucial para mejorar los protocolos de gestión ambiental y de riesgos en la capital.

 

Con estos esfuerzos coordinados entre diversas agencias gubernamentales y la participación activa de la comunidad, las autoridades esperan restaurar la seguridad y la calidad ambiental en las colonias afectadas, garantizando que tales eventos no se repitan en el futuro.