En un giro sorpresivo, el Tribunal de Apelaciones de Nueva York ha revocado la condena de 2020 contra Harvey Weinstein por errores en el proceso judicial, un fallo que desató inicialmente el movimiento #MeToo. El productor de cine, quien se enfrentó a una condena de 23 años, no será liberado debido a otras sentencias pendientes por delitos similares.
El fallo de 4-3, que es definitivo y no admite recurso, destacó irregularidades significativas durante el juicio inicial. En particular, el tribunal criticó la decisión del juez de primera instancia de incluir testimonios de varias mujeres que no estaban directamente vinculadas con los casos juzgados, lo que podría haber influenciado indebidamente al jurado.
A pesar de la anulación, Weinstein, de 72 años, permanecerá en la prisión estatal de Mohawk, Nueva York, donde cumple una segunda sentencia de 16 años por un caso separado de violación en 2013. Se contempla su traslado a California para continuar cumpliendo con esta condena.
El impacto del juicio de Weinstein en 2020 fue monumental, catalizando el movimiento #MeToo, que expuso abusos sexuales en la industria del entretenimiento y más allá. Este movimiento llevó a numerosas mujeres a compartir públicamente sus experiencias de agresión y acoso, redefiniendo las conversaciones sobre consentimiento y poder en el ámbito laboral.
Tras la decisión del tribunal, la Fiscalía de Manhattan expresó su decepción y reafirmó su compromiso con las víctimas de agresiones sexuales. “Haremos lo que esté en nuestro poder para volver a juzgar el caso”, aseguró Emily Tuttle, portavoz de la fiscalía.
Los abogados de Weinstein han sido contactados, pero hasta el momento no han confirmado si Weinstein está al tanto del fallo. Mientras tanto, el debate sobre las implicaciones de esta decisión para la justicia y los derechos de las víctimas continúa generando división y diálogo a nivel nacional e internacional.