30 junio, 2024

Con la llegada del primer minuto de este jueves 30 de mayo, la Ciudad de México entra en un periodo crucial: la veda electoral. Este lapso, establecido en el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la Ciudad de México, dicta una pausa en las actividades proselitistas de los partidos políticos y candidaturas, marcando los días finales antes de la jornada electoral del próximo 2 de junio.

Durante la veda electoral, que inicia tres días antes de las elecciones y concluye al finalizar la jornada de votación, queda estrictamente prohibido realizar actos públicos de campaña, debates, asambleas, marchas, o cualquier actividad que pueda considerarse como proselitismo electoral. Además, la ley prohíbe la difusión de propaganda electoral, ya sea en espacios públicos o a través de medios de comunicación.

El artículo 396 del mencionado Código local señala claramente las restricciones durante este periodo. Asimismo, el artículo 410 complementa esta regulación prohibiendo la publicación o difusión de resultados de encuestas o sondeos de opinión que busquen influir en las preferencias electorales de los ciudadanos.

 

Las sanciones por incumplimiento de estas disposiciones son severas, con penas que pueden incluir multas y prisión, conforme lo estipula el Artículo 7 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales.

Un aspecto crucial durante la veda es la prohibición de publicar encuestas electorales, una medida diseñada para evitar influencias externas en la decisión final de los votantes y para asegurar que el proceso electoral se desarrolle en un ambiente de equidad y respeto por la libre elección.

Mientras tanto, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) aprovecha este tiempo para ultimar detalles de organización. Más de 85,000 ciudadanos participarán en la organización y ejecución de la votación, un esfuerzo logístico notable que incluye la distribución de documentos y materiales electorales a las presidencias de las mesas directivas de casilla.

El IECM también ha puesto a disposición de los ciudadanos sistemas de consulta como el Marco Geográfico de Participación Ciudadana y el Marco Geográfico Electoral, herramientas esenciales para facilitar el acceso a información relevante sobre los lugares de votación y otros datos electorales.

La veda electoral no solo representa un alto en las campañas, sino que es un periodo de reflexión para los votantes, quienes tienen la oportunidad de considerar sus opciones sin el ruido de la campaña electoral.

 

Esta etapa es fundamental para el mantenimiento de una democracia saludable y participativa. Con la llegada del 2 de junio, los ciudadanos de la Ciudad de México tendrán la palabra final, decidiendo el futuro de su ciudad en un acto de expresión cívica que define la esencia de la democracia.