19 septiembre, 2024

La frontera entre Estados Unidos y México vivió un verdadero caos peatonal y vehicular debido al apagón informático global que afectó los sistemas de Microsoft. Este problema causó graves trastornos en los cruces fronterizos y provocó la cancelación de numerosos vuelos, dejando a miles de viajeros varados y frustrados. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha intervenido para garantizar los derechos de los pasajeros afectados, exigiendo a las aerolíneas reembolsos y compensaciones.

 

Todo el problema comenzó la noche del jueves, cuando una actualización defectuosa de la plataforma de seguridad informática CrowdStrike afectó los sistemas de Microsoft, impactando servicios a nivel global, incluidos aeropuertos y puntos fronterizos.

Este viernes, el tráfico en la garita de San Ysidro, en California, uno de los puntos fronterizos más concurridos del mundo, se detuvo casi por completo. Usuarios de la Red de Inspección Electrónica para Viajeros de Inspección Rápida (Sentri), que normalmente cruzan la frontera en 10 a 25 minutos, esperaron más de tres horas. Conductores que usualmente tardan menos de una hora en cruzar, reportaron demoras de hasta cuatro horas.

 

Sin los sistemas electrónicos funcionando, los inspectores fronterizos tuvieron que recurrir a revisiones manuales, lo que ralentizó aún más el proceso.

Altagracia Campos, una de las afectadas, comentó: “Siempre nos revisan con sistemas electrónicos los iris de los ojos, las huellas digitales… Que de repente ya no puedan hacer nada de eso es una locura“. Alberto Cruz, otro usuario, mencionó que la situación empeoró cuando la gente comenzó a perder la paciencia, resultando en peleas por intentar adelantarse en las filas.

 

 

Profeco Actúa en Defensa de los Pasajeros

La Profeco ha intervenido para proteger a los pasajeros afectados por las cancelaciones de vuelos. Según el artículo 47 Bis de la Ley de Aviación Civil, los pasajeros tienen derecho a ser informados de manera oportuna sobre cualquier cambio en su itinerario. Las aerolíneas deben notificar a los pasajeros a través de llamadas, correos electrónicos, o mensajes de texto con al menos 24 horas de anticipación.

 

En caso de demoras superiores a una hora, las aerolíneas deben proporcionar descuentos para vuelos posteriores y ofrecer alimentos y bebidas. Si la demora es mayor a dos horas, el descuento debe ser al menos del 7.5% del precio del boleto. Para retrasos superiores a cuatro horas o cancelaciones, los pasajeros pueden optar por un reembolso completo más una indemnización del 25% del boleto, o un transporte sustituto con compensaciones adicionales como acceso a llamadas, correos, alimentos y alojamiento si es necesario.

Para garantizar el cumplimiento de estos derechos, Profeco ha instalado módulos permanentes en aeropuertos clave y ofrece conciliaciones inmediatas a través de Conciliaexprés, un mecanismo que permite a los pasajeros presentar quejas sin necesidad de acudir a una oficina. Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus y otras aerolíneas participan en este programa.