9 mayo, 2025 5:01 PM
mamá y bebé

mamá y bebé

México, CDMX  mayo de 2025.- La llegada de un bebé es uno de los momentos más emocionantes en la vida de una familia. Sin embargo, también conlleva una serie de responsabilidades y gastos que, si no se planifican adecuadamente, pueden generar estrés y preocupaciones. En Grupo KC, agente de seguros, conocemos la importancia de tener una cobertura adecuada que proteja a la madre y al bebé desde el inicio del embarazo.
En el país, diversas aseguradoras ofrecen seguros de gastos médicos mayores con cobertura de maternidad, a los que también se puede agregar al bebé como asegurado, diseñados para brindar respaldo financiero en el parto y los días posteriores al nacimiento.
De acuerdo con el Inegi, alrededor del 20% de los nacimientos en México ocurre en instituciones privadas, por lo que una planificación financiera adecuada y la consideración de seguros de maternidad pueden brindar tranquilidad y respaldo económico en esta etapa tan significativa.
Sin embargo, hay que resaltar que estos seguros deben contratarse con anticipación, pues incluyen periodos de espera obligatorios de 10 a 12 meses, dependiendo de la aseguradora.
Los principales beneficios que incluyen este tipo de cobertura son:
1.- Asegurar al bebé desde el nacimiento: Una ventaja clave de algunos seguros es que permiten asegurar al recién nacido desde el primer día de vida, sin periodos de espera ni requisitos médicos, lo cual ayuda a cubrir enfermedades congénitas, pero siempre que:
●        El padre o madre tenga más de 10 o 12 meses con la póliza vigente (no importa si solo el papá está asegurado).
●        Se notifique y registre al bebé como asegurado en los primeros 30 días posteriores al nacimiento.
 “Este punto es vital para garantizar la continuidad de protección al bebé, ya que cualquier padecimiento detectado al nacer puede considerarse como preexistente si no se asegura inmediatamente”, señala Pamela Alfaro Mendoza, directora comercial de la línea de negocio privado de Grupo KC.
2.- Cesárea o parto natural: El seguro cubre los gastos hospitalarios del alumbramiento, ya sea por parto natural o cesárea. Esto abarca el uso de quirófano (en caso de cesárea), honorarios médicos, medicamentos, hospitalización de la madre, y en algunos casos, costos del anestesiólogo. Algunas aseguradoras tienen un límite de suma asegurada específico para parto, que puede alcanzar hasta los $75,000 pesos, dependiendo del plan contratado.
3.- Complicaciones del embarazo o del recién nacido: La cobertura, la cual debe estar vigente y respetar los periodos de espera, considera las complicaciones obstétricas, como preeclampsia, parto prematuro, hemorragias o infecciones, además de emergencias neonatales (si el menor se incorpora a la póliza, antes de que pasen los 30 días naturales desde la fecha el parto), como dificultad respiratoria, ictericia severa o infecciones congénitas, los cuales generan gastos hospitalarios elevados, y el seguro puede cubrir cuidados intensivos y atención médica especializada.
4.- Hospitalización y cuidados neonatales: Si el bebé nace con alguna condición que requiera cuidados especiales (como incubadora, fototerapia, respiradores o terapia intensiva neonatal), algunas pólizas cubren estos gastos dentro del monto establecido para complicaciones y respetando el periodo de espera de al menos 10 meses desde que alguno de los padres contrató el seguro de maternidad; y si el bebé fue registrado en la póliza, se cubre con su propia suma asegurada. Además, hay que revisar si el hospital y los equipos médicos están dentro de la red médica del plan contratado.
“Es importante considerar que puede haber exclusiones comunes que se requieren conocer, y claro, revisar las exclusiones de cada póliza. Entre las generalizadas están los tratamientos de fertilidad o reproducción asistida, la maternidad subrogada, o las complicaciones derivadas de condiciones preexistentes no declaradas”.