28 junio, 2024

Jorge Glas Espinel, fue parte de los gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, y condenado por los delitos de asociación ilícita  en 2017 como por cohecho agravado en 2020; esto, a partir de la  conexión con la trama Odebrecht, caso por el que fue acusado de corrupción.

 

A principios del mes de marzo, Daniel Noboa, presidente de Ecuador, solicitó al gobierno mexicano permiso para entrar con las fuerzas de seguridad a su Embajada en Quito, donde Glas se encontraba refugiado. No obstante, la posición del gobierno mexicano fue negar el acceso, a lo que las autoridades ecuatorianas indicaron que no permitirán la salida del país del exvicepresidente. 

 

Estos eventos debilitaron la relación diplomática entre México y Ecuador y  puso en el centro de la atención pública el papel del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel. Su carrera política, estrechamente ligada al expresidente Rafael Correa, ha sido marcada por acusaciones de corrupción que lo llevaron a buscar refugio en la embajada mexicana en Quito.

 

Pero, ¿quiénes son Jorge Glas y Rafael Correa, y por qué México decidió otorgarle asilo político a Glas?

 

Glas, de 54 años e ingeniero de profesión, comenzó su ascenso político en 2007, cuando Correa lo nombró jefe del Fondo de Solidaridad en su primera administración. Desde entonces, ocupó varios cargos relevantes en el gobierno, incluido el ministerio de Telecomunicaciones y posteriormente, el ministerio de Coordinador de los Sectores Estratégicos, donde tuvo bajo su responsabilidad importantes proyectos de infraestructura.

 

Sin embargo, su carrera política se vio empañada por acusaciones de corrupción, especialmente relacionadas con sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. En diciembre de 2017, Glas fue condenado a ocho años de prisión por estos cargos, que lo llevó a ser destituido de su cargo como vicepresidente y posteriormente entregarse a las autoridades en enero de 2018.

 

Tras obtener libertad condicional en noviembre de 2022, Glas se enfrentó a nuevas acusaciones de corrupción y decidió buscar refugio en la embajada mexicana en Quito. Esto desencadenó una serie de tensiones entre Ecuador y México, ya que las autoridades ecuatorianas solicitaron en varias ocasiones la entrega de Glas para que pudiera responder ante la justicia.

 

México, sin embargo, se negó a entregarlo, argumentando que permitir la entrada de las autoridades ecuatorianas a la embajada violaría la inmunidad diplomática. Esta postura desencadenó una escalada de tensiones que culminó con la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países este viernes 5 de abril.

 

Ante la irrupción violenta a la embajada mexicana en  Quito, Ecuador, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ordenó la suspensión de relaciones diplomáticas con el país, calificando el asalto a la embajada y la captura de Glas, como una violación flagrante del derecho internacional y a la soberanía de México.

 

La decisión de México de otorgarle asilo político a Jorge Glas, generó controversia y marcó un punto de quiebre en las relaciones entre ambos países.