Señoras y señores, metronautas, taxistas enojados y ciclistas kamikazes, el Gobierno de la CDMX anunció con bombo y platillo que le pondrán “manita de gato” al Tren Ligero rumbo al Mundial 2026. Así es, porque si algo caracteriza a nuestra hermosa capital, es que las obras se hacen justo a tiempo para recibir a la visita y aparentar que todo siempre ha estado perfecto.
El próximo 28 de julio, el Gobierno de la CDMX, con Clara Brugada al volante (y metiéndole turbo estilo Toretto), comenzará las obras para ampliar la Terminal Tasqueña del Tren Ligero. Y cuando decimos “obras”, nos referimos a cerrar cinco estaciones y lanzar 200 millones de pesos al cielo con la esperanza de que caigan en forma de infraestructura.
¿Qué incluye esta “manita de gato”?
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Capacidad duplicada: de 110 mil pasajeros al día, ahora pretenden mover 230 mil, así como cuando uno dice “solo una cervecita” y termina cantando karaoke con el de la mesa de al lado.
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Nuevos convoyes: 17 trenes nuevecitos, dizque más rápidos, más fuertes y con olor a nuevo (si no se quedan en bodega como los que prometieron para la Línea 1).
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Cambio de nombre: el Tren Ligero ahora será “Tren Ajolote”, porque nada grita “modernidad y eficiencia” como un animalito que parece estar permanentemente confundido.
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Nuevo alumbrado, nueva plataforma, y hasta trolebús universitario. Básicamente, una sesión completa de spa para el transporte… pero con dinero público.
¿Y qué vamos a sufrir los de a pie?
Ah, pues del 28 de julio al 31 de agosto, olvídate de llegar en Tren Ligero desde Tasqueña, porque el servicio solo funcionará de Xochimilco a Nezahualpilli. Así que prepárate para caminar, usar camiones o teletransportarte (si ya eres fifí y tienes Tesla).
Para calmar el desastre, la siempre heroica Red de Transporte de Pasajeros (RTP) habilitará camiones de apoyo gratis que van desde Tasqueña hasta Nezahualpilli, pasando por estaciones como Xotepingo, La Virgen, Ciudad Jardín y Las Torres. Ya sabes, cortesía de los impuestos de todos.
¿Y después?
A partir del 1 de septiembre, el cierre será sólo en Tasqueña. Ahí es donde empieza la verdadera cirugía estética: van a construir una nueva plataforma, poner más fierros, rehabilitar banquetas, CETRAM y hasta iluminar la zona como si fuera Navidad. Todo para que cuando llegue la FIFA y vea lo que hicimos, diga: “Ah, no está tan mal este ajolotito eléctrico”.
¿Pero… neta habrá dinosaurios?
Sí, leíste bien. Como bonus track, la jefa de Gobierno también prometió que en Santa Úrsula (zona del Estadio Azteca), se instalará un parque con réplicas de dinosaurios. Porque si ya vas a estar dos horas atorado para llegar al partido inaugural, por lo menos que tu hijo vea un T-Rex mientras lloras en el tráfico.
Además, están metiendo bacheo, arreglando pozos (¡al fin!), pintando fachadas y lanzando programas con calentadores solares y huertos urbanos. La idea es que la colonia parezca Suiza… por 30 días. Después ya vemos.
El resumen en crudo:
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200 millones de inversión, 5 estaciones cerradas, 17 nuevos trenes, una línea con nombre de ajolote y dinosaurios en un parque.
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Se habilitan rutas alternas RTP en los mismos horarios del Tren Ligero.
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Se contempla renovación de CETRAMs y una nueva ruta de trolebús de CU a Huipulco.
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Todo para que los cinco partidos del Mundial en CDMX no parezcan organizados por la Liga del Desmadre FC.
Lo cierto es que, por lo pronto, los ciudadanos deben armarse de paciencia y rezarle al santo patrono de las obras públicas, porque viene más tráfico, desvíos y retrasos. Eso sí, al final todo será justificado con un bonito partido inaugural de futbol que, como siempre, dejará la ciudad vuelta un caos pero con fotos increíbles para Instagram.
Esto es lo que pasa cuando se mezcla una urgencia internacional (el Mundial), con la eterna promesa chilanga de “ahora sí lo vamos a arreglar”. Puede que salga algo bonito, o puede que el Tren Ajolote termine siendo el primo pobre del Cablebús: muy cool en las fotos, pero con reumas cuando llueve.
Mientras tanto, ve practicando cómo decir “me bajo en Nezahualpilli” sin trabarte, y prepárate para el verdadero evento deportivo: cruzar Calzada de Tlalpan sin morir en el intento.

