4 julio, 2024

Cortes, quemaduras, abrasiones, golpes; estas son solo algunas de las autolesiones no suicidas que están mostrando un preocupante incremento, especialmente entre la población joven. La sicóloga Ana Daniela Galán, profesora de la UNAM, destaca que estas prácticas no buscan llamar la atención, como se podría pensar comúnmente, sino que representan la manera en que los jóvenes expresan su dolor, angustia y depresión.

 

 

Contrario a las creencias de décadas anteriores, que asociaban las autolesiones no suicidas con trastornos mentales, violencia familiar o abuso sexual, hoy en día se entienden como una elección consciente de los jóvenes para enfrentar emociones desagradables. La profesora Galán Navarro destaca que estas conductas se han vuelto habituales, y existe la falsa creencia de que proporcionan bienestar, cuando en realidad son un grito silencioso de ayuda.

 

 

Es esencial prestar atención a estas señales, ya que, aunque no buscan el suicidio, hay un alto riesgo de que evolucionen hacia esa dirección. La sociedad y los profesionales de la salud deben estar alerta ante este fenómeno, brindando el apoyo necesario y fomentando espacios de diálogo para que los jóvenes encuentren formas más saludables de gestionar sus emociones. La comprensión y empatía son fundamentales para abordar este preocupante aumento en las autolesiones entre la juventud.

 

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