No es un complot: estas son las causas reales detrás de las paradas inesperadas del Metro. Si alguna vez te has quedado atrapado en el túnel del Metro de la CDMX, sin explicación y con el vagón lleno, tal vez pensaste que se trataba de una falla técnica o simplemente mala suerte. Pero la realidad es que la detención de trenes puede tener causas más cotidianas —y evitables— de lo que imaginas.
Una de las principales razones es la caída de objetos personales a las vías: desde celulares y mochilas hasta paraguas y audífonos. Cuando esto ocurre, el sistema debe cortar la corriente eléctrica en la zona para evitar accidentes. Aunque el protocolo es inmediato, la recuperación del objeto puede tomar entre 5 y 20 minutos, lo que provoca retrasos en cadena en toda la línea.
Pero hay casos aún más delicados: mascotas perdidas, especialmente perros, que caen accidentalmente a las vías. En 2025, se han documentado más de una decena de rescates solo en los primeros seis meses del año. En estos casos, la prioridad es salvar la vida del animal, por lo que se realiza un corte total de energía y se detiene el servicio para ingresar personal especializado.
Problemas técnicos, saturación y… ¡hasta el clima!
Además de los accidentes con objetos o animales, existen causas técnicas que pueden interrumpir el paso de los trenes:
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Fallas de tracción: cuando un tren no avanza, puede ser porque presenta problemas en el sistema eléctrico de movimiento.
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Fallas en señalización: la comunicación entre trenes es esencial. Si se interrumpe, el sistema entra en modo de seguridad.
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Saturación en horas pico: cuando hay demasiados usuarios o trenes en circulación, se activa una “marcha de seguridad” que ralentiza el servicio para evitar accidentes.
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Condiciones climáticas extremas, como lluvias intensas, también afectan la velocidad y operación de los trenes.
Estos factores, combinados o individuales, pueden provocar que un tren se detenga en medio de un túnel o en espera de vía libre en la siguiente estación, generando frustración en los pasajeros que, muchas veces, desconocen la causa real del retraso.
¿Qué puedes hacer tú para evitar estos retrasos?
No todo está en manos del Metro. Como usuarios, también podemos contribuir a una mejor operación si evitamos conductas de riesgo. Aquí algunos consejos prácticos:
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Evita usar el celular o sacar objetos al borde del andén.
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Sujeta bien tus pertenencias, sobre todo en estaciones con mayor afluencia.
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No ingreses con mascotas sin jaula transportadora.
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Respeta el área detrás de la línea amarilla.
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Reporta cualquier incidente al personal de seguridad o mediante el botón de emergencia.
Recordemos que una acción pequeña puede detener a miles. Ser más conscientes de nuestro comportamiento como usuarios no solo mejora el flujo del servicio, también puede salvar vidas y evitar accidentes mayores.
En resumen, el Metro de la CDMX no se detiene solo por “fallas técnicas”. Perritos extraviados, objetos caídos o la propia saturación del sistema pueden ser las verdaderas causas. Y aunque no todo depende de nosotros, una actitud preventiva puede hacer la diferencia entre un traslado rápido o una hora atrapado entre estaciones.
