
Artesanías indígenas
Organizaciones indígenas que ejercen el comercio en la vía pública de la Ciudad de México llaman a la jefa de gobierno, Clara Brugada, para llegar a “una solución de fondo y de largo alcance” en sus demandas.
Aseguran ser las verdaderas organizaciones indígenas, mientras que existen grupos que se “desdoblan y se convertían en líderes toda la familia”, para exigir al gobierno espacios de comercialización para acceder a las ferias itinerantes y que fueron poco a poco relegando a las organizaciones indígenas históricas.
En su posicionamiento resaltan que no buscan beneficiar a grupos u organizaciones sino lograr una solución de fondo y de largo alcance para todas las organizaciones indígenas que se dedican a esta actividad.
En esta búsqueda aluden a La Ley sobre los derechos de los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, que mandata en su artículo 38: Derecho al desarrollo 1. Los pueblos, barrios y comunidades tienen derecho a mantener y desarrollar sus sistemas económicos y sociales; a disfrutar de forma segura sus propios medios de subsistencia y desarrollo; a dedicarse a sus actividades económicas tradicionales y a expresar libremente su identidad cultural, creencias religiosas, rituales, prácticas, costumbres y su propia cosmovisión.
Apuntan que en la ciudad hay poco espacio acreditado para la venta de las artesanías, aunado a ello, muchas de las organizaciones no respetan el acuerdo con la autoridad para levantarse en la fecha autorizada. Y la autoridad tiene que dar a otras por su incapacidad de levantar a las que incumplen los acuerdos, lo que afecta el derecho de otras a ejercer la actividad en perjuicio de sus agremiados.
Proponen abrir espacios en las alcaldías que gobierna MORENA para que se deje descansar los lugares del centro histórico o de la alcaldía Cuauhtémoc, que ya están muy sobreexplotadas y ya no son aptas para los artesanos.
Acusan las organizaciones indigenas la presencia de grupos, que solo buscan el lucro sin importarles la cultura, el rescate de la lengua, de la vestimenta, de la gastronomía, prefieren meter pizza, jarritos locos, crepas, cocina para comida corrida y productos que nada tiene que ver con la artesanía o gastronomía indígena.
Estos mismos grupos meten a artesanos que no son indígenas a las ferias itinerantes y a la fiesta de las culturas indígenas o los meten como tales a cambio de una “mochada”. Como respuesta, la subsecretaria de programas había instalado módulos para denunciar a los que venden espacios y no encontró eco.
Las organizaciones indígenas históricas, con antecedentes para el comercio, las que, si proponen, construyen y colaboran, son mayoría, mismas que sacan adelante las ferias itinerantes y las fiestas de culturas indígenas y la fiesta de las lenguas maternas el pasado 2024. Y aportan para la Visibilización de la presencia indígena en la ciudad, proponen alternativas para el rescate y preservación de las lenguas indígenas, proponen políticas públicas para los sujetos de derecho.