Mujeres privadas de la libertad concluyen tratamiento dentro del programa de Atención Integral a las adicciones
Como parte de las acciones para la reinserción social de personas privadas de la libertad, que realiza la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, a través de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, las mujeres privadas de la libertad concluyeron su tratamiento dentro del Programa de Atención Integral a las Adicciones, en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla.
El objetivo principal del PAIA es otorgar tratamiento a las personas privadas de la libertad con antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas e incrementar su bienestar físico, mental y social, como parte del proceso de reinserción social, siempre en apego a los derechos humanos.
La SSC informó que esta generación, que es la número 49, está integrada por 11 mujeres que inician el tratamiento en la modalidad residencial basado en la comunidad terapéutica, donde se cuenta con la colaboración de Monte Fénix y Clínicas Claider para llevar a cabo un internamiento, donde las participantes se encuentran confinadas en un dormitorio con personal especializado en tratamiento de adicciones.
Este programa inició en mayo de 2006 y ha beneficiado a aproximadamente mil 410 mujeres privadas de la libertad de 49 generaciones que han culminado el Programa de Atención Integral para las Adicciones.
Las Subsecretaría del Sistema Penitenciario ha reportado una gran efectividad y las instituciones coadyuvantes han capacitado a terapeutas y personal asignado a los diferentes centros, actualmente en todo el Sistema Penitenciario se atienden a más de mil 500 personas privadas de la libertad.
Además de que informó que el personal especializado brinda apoyo de terapia grupal y pláticas médicas donde se les brindan consejos de alimentación, talleres, además de promover actividades educativas y laborales para erradicar el uso de sustancias.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, reafirmo en la ceremonia de clausura, el compromiso de colaborar con otras instituciones para garantizar la salud de las personas privadas de la libertad, generar acciones para una efectiva reinserción social y con ello evitar que reincidan en actividades delictivas, con total apego a los derechos humanos.
