
Microsismos CDMX
Ciudad de México, a 21 de mayo de 2025.- Este miércoles se celebró el “Foro de Microsismos en la Ciudad de México” en el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM). El encuentro, organizado en colaboración con la Sociedad Mexicana de Ingeniería Geotécnica (SMIG) y la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica (SMIS), reunió a especialistas para analizar el origen, características y riesgos de los microsismos, así como su impacto en edificaciones y los avances normativos en la materia
El Foro fue inaugurado por Mauricio Jessurun Solomou, presidente del CICM; Miguel Ángel Mánica Malcom, presidente de la SMIG, y Luis Pinto Carvalho, presidente de la SMIS.
Durante su intervención, Mauricio Jessurun enfatizó que “los microsismos son fenómenos que pueden generar implicaciones estructurales importantes, especialmente en una ciudad edificada sobre suelos lacustres, con alta densidad y diversidad de tipologías constructivas”. También destacó la necesidad de integrar la percepción social del riesgo en los modelos de evaluación sísmica y reconoció al Instituto para la Seguridad de las Construcciones en la Ciudad de México, liderado por Renato Berrón, por su papel clave en la profesionalización técnica mediante Normas Técnicas Complementarias y el seguimiento y regulación del ejercicio profesional de los Directores Responsables de Obra y Corresponsables en Seguridad Estructural.
Por su parte, Miguel Ángel Mánica calificó el tema como “crucial para la seguridad ciudadana y la resiliencia urbana”. Si bien ya hay cierto consenso sobre el origen de estos eventos, subrayó que persisten incertidumbres relevantes como su magnitud máxima o el momento en que ocurren, datos clave para el diseño estructural.
Luis Pinto Carvalho advirtió que estos eventos, aunque de baja magnitud, pueden provocar daños localizados, por lo que exigen respuestas específicas en materia de ingeniería y regulación.
Durante el Foro de Microsismos en la Ciudad de México, participaron destacados expertos:
Gerardo Suárez Reynoso, doctor e investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, explicó que estos microsismos implican varios retos que generan incertidumbre en su ubicación y longitud, ni se conoce la magnitud máxima esperada ni el periodo de retorno, por lo que, con base a estudios de posibles daños, se estimaron tres escenarios para un sismo de magnitud 5.5 con origen en la capital del país: uno, en la falla Mixcoac-Plateros; dos, en San Juan de Aragón, en zona de Lago, y tres, en Milpa Alta, concluyéndose que un sismo de la magnitud señalada en la Cuenca de la CDMX causaría un daño importante en edificaciones, particularmente de uno y dos pisos; la zonificación de los daños esperados para los diferentes escenarios depende de la ubicación del sismo -zona del Lago, transición y zonas altas-; y la mayor parte de daños en edificios bajos se observarían si el sismo ocurre en zona del Lago.
Luis Quintanar Robles, responsable de Red Sísmica del Valle de México, explicó que la sismicidad se agrupa en diferentes zonas dentro del Valle de México, de 2010 a 2024 se concentra en la zona poniente, la zona sureste de Milpa Alta, y en el norte de la Ciudad, con magnitud menor a 4. Otros más recientes han ocurrido en la zona de Naucalpan, asociada también al sistema de fallas de la Sierra de Las Cruces, lo mismo que los del poniente de la capital, pues este sistema presenta un fallamiento activo preponderantemente normal en dirección noreste-suroeste. Aunque los microsismos registran altas aceleraciones, no se ha demostrado que causen daños estructurales mayores.
Leonardo Ramírez Guzmán, coordinador de Ingeniería Sismológica del Instituto de Ingeniería de la UNAM, compartió hallazgos de la zona Plateros-Mixcoac, destacando factores como la acumulación de tensiones locales, la recarga y el hundimiento del acuífero del Valle de México. El especialista agregó que, con la finalidad de tener una estimación del riesgo y reducir la incertidumbre sobre los microsismos en la zona, actualmente se está monitoreando la zona con una red de 25 equipos, de los cuales 13 tienen sismógrafos y acelerómetros; así como referencias geodésicas para identificar posibles desplazamientos.
Victor Manuel Cruz Atienza, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, habló sobre la relación entre los sismos lentos en fallas superficiales inducen microsismicidad intensa de la CDMX, subrayando la influencia de las fallas de Plateros-Mixcoac y la de Barranca del Muerto El experto concluyó señalando que los sismos de mayor intensidad están al poniente, al oeste de ambas fallas y están íntimamente ligados a la sobreexplotación de los acuíferos.
Mario Gustavo Ordaz Schroeder, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, presentó el estudio sobre “Un modelo de atenuación e impacto de estos eventos en el peligro sísmico”, en el cual señala que los sismos locales tienen el potencial de generar intensidades muy grandes en la CDMX, por lo que es importante estudiarlos, incluyendo la frecuencia con la que ocurren.
Silvia R. García Benítez, doctora investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM, ejemplificó que la recuperación de los elementos no estructurales en algunos terremotos ha sido del orden hasta del 70 por ciento del costo invertido para recuperar los elementos estructurales. Enfatizó el impacto económico de los daños a elementos no estructurales, que en hospitales de alta especialidad pueden representar hasta el 80% del costo total de reparación y propuso protocolos más rigurosos de seguridad para reducir las pérdidas.
Darío Rivera Vargas, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, alertó sobre la intensidad localizada de los microsismos, que, si bien no provocan colapsos estructurales, sí generan pánico y requieren mayor estudio sobre vulnerabilidad de materiales.
Renato Berrón, titular del Instituto para la Seguridad de las Construcciones en la Ciudad de México, aclaró que estos sismos no activan la alerta sísmica debido a su baja magnitud, pero pueden generar daños menores en las estructuras. Invitó a la ciudadanía a cumplir las disposiciones de los Reglamentos y Normas Técnicas Complementarias, y recurrir al programa “Mejora tu Vivienda” del Gobierno de la Ciudad de México en caso de afectaciones para créditos blandos para repación de daños, con un dictamen oficial como requisito.