Transporte

Lo que no se debe hacer a bordo del RTP y cómo evitar sanciones

El RTP (Red de Transporte de Pasajeros) de la Ciudad de México es uno de los servicios más accesibles del sistema de transporte capitalino, con tarifas que van de $2 a $4 pesos. A diario moviliza a miles de personas, pero su eficiencia y seguridad pueden verse comprometidas por acciones indebidas que, además de generar molestias, conllevan riesgos y posibles sanciones administrativas, que pueden ser evitadas

Entre las principales faltas reportadas se encuentra la obstrucción de pasillos, pasamanos y espejos retrovisores, lo cual limita la visibilidad del operador y afecta la maniobrabilidad de la unidad. También es frecuente la ocupación de asientos reservados, lo cual vulnera los derechos de personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas.

Otra conducta recurrente es la introducción de bultos grandes o bicicletas sin autorización, especialmente durante las horas de mayor demanda. Esto puede obstaculizar el tránsito interno y provocar tensiones entre las personas usuarias. Viajar sin validar la tarjeta de Movilidad Integrada o sin saldo suficiente también es una falta común, que puede derivar en el rechazo del abordaje o en llamados de atención del personal operativo.

Recomendaciones clave para un trayecto ordenado y sin complicaciones

Para asegurar un viaje más ágil y seguro, se recomienda llegar con anticipación a la parada, especialmente en rutas exprés o en zonas con alta demanda. Es importante verificar el saldo de la tarjeta MI antes de abordar, lo que ayuda a mantener la fluidez del servicio.

Durante el recorrido, se sugiere respetar las señalizaciones, mantener el orden al subir y bajar, y no consumir alimentos ni bebidas dentro del vehículo, por razones de limpieza y seguridad. El uso de pasamanos debe ser constante, sobre todo en unidades con trayectos largos o sin disponibilidad de asientos.

También es fundamental evitar hablar en voz alta, usar altavoces o realizar actividades que puedan incomodar a otras personas. El cumplimiento de estas reglas contribuye no solo a una mejor experiencia personal, sino al bienestar colectivo de quienes utilizan este servicio.

Cumplir las normas dentro del RTP no es opcional: es una responsabilidad compartida que mejora la movilidad, previene accidentes y refuerza la seguridad. Un sistema de transporte eficiente se construye también desde el respeto diario de sus usuarios.

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