24 mayo, 2025 3:11 PM
Video arte UAM

Video arte UAM

Pola Weiss fue una mujer que exploró las relaciones más intrincadas del formato de televisión, artista visionaría, teleasta, y pionera del videoarte, así la presentó Alejandra Lucía Arrieta Méndez, cineasta mexicana y comunicóloga con maestría en Estudios de Cine, quien realizó el documental Pola Weiss, proyectado en el marco de ciclo de videos en la Casa del Tiempo, espacio cultural de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El documental muestra la vida íntima y artística de Pola Weiss Álvarez (1947-1990), licenciada en Comunicación y Periodismo por la UNAM, fue la primera mujer en titularse con un video en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de esa casa de estudios, reconocida por sus producciones experimentales, en los cuales mezcla danza y video, lo que la convierten en la precursora de la videodanza, agregó Alejandra Arrieta.

La también investigadora explicó el concepto de videoarte como una forma de expresión que utiliza el video como medio principal de comunicación artística, enfocado en la creación de obras que examinan ámbitos y aspectos como el tiempo, espacio y el movimiento a través de medios visuales y auditivos.

Dijo que es importante recordar que Pola Weiss, como todo precursor, tuvo que enfrentarse a diversas dificultades, pocos espacios para exhibición y propagación de su obra, poca credibilidad y críticas, así como el menosprecio de quienes, en su momento, no consideraron al video como un medio con posibilidad de generar un nuevo lenguaje expresivo.

Arrieta Méndez agregó que la artista muestra dos espacios en el contenido de sus obras, la del sujeto que produce imágenes y su transformación en objeto, como en sus performances de videodanza, en la que una cámara graba a los espectadores, sus reacciones y el entorno a partir de su propia perspectiva, lo que genera una reflexión, una estrecha relación entre el cuerpo y la tecnología. Dentro de sus obras más sobresalientes están: “Flor Cósmica”, “Somos mujeres”, “Ciudad Mujer Ciudad”, “Autovideato” y “Mi Corazón”, entre otras.

“El trabajo de Weiss estuvo influido por la corriente Fluxus, cuyos diseños incluyen que el arte y la vida son uno mismo, teoría vigente en la década de los años 70, por lo que sus eventos artísticos comenzaron a acontecer en espacios públicos y de la vida cotidiana, se enfocó en revelar el cuerpo femenino de diferente manera a lo establecido por los estereotipos de belleza impuestos”.

Simultáneamente, la posmodernidad jugó un papel importante en la conceptualización del cuerpo dentro de la danza, ayudó a la experimentación artística y su reflexión. De manera que Weiss, no solo manifestaba un constante interés en el contenido y la forma del video, sino en los temas de consumo, experiencia fenomenológica de difusión y los tipos de relaciones sociales que estos entornos y experiencias generaban, ratificó.

La directora de la cinta ahondó en el personaje femenino mediante una investigación de sus obras, cartas, diarios, fotos y videos de su archivo personal, además realizó entrevistas a familiares, parejas, amigos y especialistas para recrear los sucesos de una vida y el legado artístico.

Arrieta admitió “al hacer este trabajo sentí una enorme responsabilidad de contar esta gran historia, pero a través de su archivo, desde su versión. Es un personaje histórico que hay que rescatar porque ha sido invisibilizado, pues en su momento no se le comprendió por cuestiones machistas”.

La cineasta construye y nos guía hacia una narrativa coherente y emocionante que conecta directamente con la vida de la artista, es un recorrido fascinador entre la vida de Pola, su obra y las complejidades mismas de la existencia femenina, del ser mujer, donde mediante los diarios, las frases y los videos la podemos ver haciendo arte con su cámara de forma constante.

Cabe destacar la labor del equipo de producción en la reconstrucción de la voz de Pola Weiss por medio del uso de herramientas de inteligencia artificial, razón por la cual que se ha clasificado el documental como precursor de la IA. De esta manera, se narra su historia vía la lectura de algunos fragmentos de su diario con su voz. El relato comprende los detalles más íntimos de los acontecimientos más importantes de su vida, destacó.

Concluyó que el documental es un homenaje a la creación y experimentación audiovisual en sí misma y se convierte en una especie de resonancia necesaria para no olvidar a quién se volviera fundamental en la historia del videoarte y la videodanza en México.

El filme es una especie de conversación rizomática, que se ramifica, que no tiene un centro único, no se queda ni en el lado artístico ni en el personal, sino que divulga y se acopla, crea tramas de pensamientos y sensaciones, que se vuelven múltiples en quien está del otro lado de la pantalla.

Al finalizar la proyección se dio una reflexión entre los asistentes, quienes opinaron que el trabajo que efectuó la directora y creadora del video fue exhaustivo, además debatieron la integración de la inteligencia artificial (IA) en la personificación de la voz de la artista, concordaron en que este trabajo puede ser pionero en el uso de las herramientas inteligentes en esta era digital que vive la humanidad.