Opinión
¿Intermedio político? La Comisión Permanente y la política en acción
Por Sofía González Torres
Lejos de ser un simple órgano de trámite, la Comisión Permanente refleja con claridad la correlación de fuerzas, las tensiones entre bloques y la oportunidad de los legisladores de posicionarse estratégicamente frente a su siguiente batalla política. Este intermedio legislativo, cobra especial relevancia: no solo marcará el tono, rumbo al segundo año de la legislatura, también tendrá en sus manos la convocatoria a los periodos extraordinarios donde se discutirán reformas clave para el régimen.
Con liderazgos en disputa y miras puestas en el 2027, la Permanente se convierte en el escenario donde se miden fuerzas, se afinan estrategias y se mandan señales. Quien no la lea bien, llega tarde al siguiente round.
¿Quién es quién y qué buscan los legisladores con un lugar en la permanente?
Escenario temático: alta carga simbólica y mediática
Los temas que han dominado la dinámica de esta Comisión han sido de alta sensibilidad política y social, lo que ha convertido las sesiones en espacios de escenificación partidista. Desde la elección del Poder Judicial, hasta la CNTE, pasando por las Visas de la gobernadora del estado fronterizo de Baja California y las especulaciones a partir de este suceso, los eventos que han sido hito en la Ciudad de México y la relación comercial y bilateral de México – Estados Unidos, han marcado no solo la pauta, sino el ambiente político y mediático.
La Mesa Directiva: entre el orden y la estridencia
Conducir la Comisión Permanente no ha sido tarea menor. La Mesa Directiva, encabezada por el presidente Gerardo Fernández Noroña y el vicepresidente Sergio Gutiérrez Luna, ha tenido que sortear sesiones marcadas por la confrontación.
Figuras como Lilly Téllez y Ricardo Anaya han apostado por el ruido mediático y la estridencia como estrategia de posicionamiento, poniendo a prueba la conducción parlamentaria.
En este contexto, destaca la reciente aprobación del reglamento interno de la Permanente —postergado por semanas—, en el que se eliminó un controvertido artículo que facultaba a la presidencia a cortar el audio del micrófono de un orador.
El verdadero reto está en elevar el nivel del debate y asegurar una conducción plural, ordenada y abierta, sin ceder a las provocaciones ni imponer silencios.
Cobra relevancia, porque cada tema en la agenda política ha sido terreno fértil para confrontaciones cargadas de intensidad y cálculo. Por ejemplo, Lilly Téllez y Ricardo Anaya han protagonizado choques abiertos con el presidente de la Cámara, Gerardo Fernández Noroña, llevando el debate parlamentario al terreno personal.
Carolina Viggiano y Rubén Moreira, por su parte, han defendido con vehemencia lo que se atribuyen como triunfos frente a Morena; o figuras como Margarita Valdez, Presidenta de la Comisión de Gobernación en el Senado, que ha respondido con posicionamientos contundentes respecto a las elecciones judiciales. Cada episodio ha abonado a un ambiente político que define negociaciones y acciones políticas que van más allá de la Permanente.
Figuras en Movimiento: Liderazgos y Aspiraciones desde el aparente receso legislativo
La Comisión Permanente es un escaparate de trayectorias políticas con sed de ascenso o mantenerse en posiciones de poder. Varios de sus integrantes se perfilan como piezas clave en las futuras definiciones partidistas y electorales.
A continuación, un vistazo por grupo parlamentario a los perfiles que ya mueven sus fichas.
En Morena, resalta la Senadora Andrea Chávez Treviño, quien ha manifestado abiertamente su intención de competir por la gubernatura de Chihuahua, donde considera que la contienda se encuentra sólo en la fuerza que representa.
Con aspiraciones y trabajo que les brinden proyección en sus territorios también están presentes legisladoras y legisladores como Mónica Álvarez Nemer, en Toluca; Julieta Ramírez Padilla, en Baja California; Enrique Inzunza Cázarez, en Sinaloa; y Homero Davis, en Baja California Sur.
La experiencia la aportan perfiles como Alfonso Ramírez Cuéllar, ex presidente del partido y Leonel Godoy, quien busca consolidar su liderazgo a nivel estatal.
En el PAN, destaca el regreso de Ricardo Anaya al Senado como coordinador de su bancada, convirtiéndose en la figura con mayor proyección nacional dentro del partido.
En el terreno legislativo, también resalta Lilly Téllez, senadora con un discurso frontal contra Morena, que ha mantenido su influencia y visibilidad como voz crítica de la 4T.
En lo local, emergen perfiles como Diana Gutiérrez Valtierra, joven diputada con posibilidades de competir por una candidatura en León, y José Mario Iñiguez Franco, quien empieza a posicionarse en Jalisco.
Por el PRI, la presencia en la Permanente refleja más una estrategia de la dirigencia nacional que una apuesta por renovación o figuras emergentes. Sobresalen los perfiles estrechamente ligados al presidente del partido, como Rubén Moreira Valdez, Manuel Añorve o Carolina Viggiano.
Del lado del PVEM la participación en la Comisión Permanente combina experiencia con la apuesta por figuras jóvenes con proyección. Destacan Jorge Carlos Ramírez Marín, quien busca consolidar una fuerza territorial propia en Yucatán; y Waldo Fernández, quien hace lo propio en Nuevo León. Del lado de la juventud, Mayra Espino Suárez muestra una creciente actividad legislativa.
Señales hacia el futuro inmediato
La Comisión Permanente, en su configuración actual, permite anticipar al menos tres tendencias clave:
1) el fortalecimiento del bloque oficialista en torno a una narrativa de continuidad transformadora y en defensa de las reformas que ha impulsado.
2) la consolidación de liderazgos parlamentarios que buscarán incidir en los próximos procesos electorales.
3) una oposición que, fragmentada, insiste en el debate mediático como vía de contraste político.
La Comisión Permanente es hoy el termómetro de un entorno impactado por la coyuntura, los alcances y resultados de las reformas que ha impulsado la Cuarta Transformación. Resulta estratégico darle seguimiento porque en ella se encuentran personajes que estarán siendo redireccionados hacia el rumbo político en los próximos años.