30 marzo, 2025 11:01 PM
Metro CDMX

Foto: Metro

Fue un martes 19 de junio de 1967 cuando inició la construcción del Metro, el cual abrió sus vagones el 4 de septiembre de 1969

Nos vemos abajo del reloj… Cuántas historias empezaron así en los andenes del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, que con el paso de los años se convirtió en la columna vertebral para trasladarse en la Ciudad de México.

 

Se cumplen 58 años del inicio de su construcción. El primer “taladrazo” fue dado sobre el suelo donde cruzan la avenida Chapultepec y la calle Bucareli y representó el parteaguas de la movilidad y vida moderna en la Ciudad de México al comenzar la obra civil más grande en su historia.

 

Son historias de bisabuelos, abuelos, padres e hijos, suman generaciones las que se han trasladado en el Metro.

 

Pero también empezaron relaciones de amor que derivaron en familias, las parejas que se quedaron de ver debajo del reloj.

 

Todavía resuena en las entrañas de la Ciudad de México, la Gran Tenochtitlán el primer taladrazo, del martes 19 de junio de 1967, cuando inició la construcción del Metro, el cual abrió sus vagones el 4 de septiembre de 1969 y desde entonces no ha dejado de rodar y cada vez en más vías.

 

Hace 58 años inició la construcción de la Red del Metro

 

El Archivo General de la Nación resguarda el testimonio de que el trazo inicial comprendió 12.6 kilómetros de longitud con 16 estaciones, de Chapultepec a Zaragoza, que fueron las primeras terminales del Metro.

 

La mañana del martes 19 de junio de 1967 se dio el arranque de las obras de construcción, encabezada por el regente del entonces Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, acompañado de funcionarios gubernamentales.

 

El reto fue mayúsculo en un subsuelo fangoso y la zona sísmica. La Universidad Nacional Autónoma de México realizó los estudios correspondientes con expertos en mecánica de suelos.

 

El 29 de abril de 1967 fue publicado en el Diario Oficial el Decreto Presidencial por el cual se crea un organismo público descentralizado: el Sistema de Transporte Colectivo.

 

Las obras de la Línea 1 atravesaron lugares emblemáticos, como el mercado de La Merced y La Candelaria de Los Patos, de gran concentración comercial y poblacional.

 

“La creación del nuevo transporte masivo se convirtió en una importante fuente de empleos, llegaron a concentrarse hasta 12 mil técnicos y obreros durante su construcción. Posteriormente, propició la instalación de nuevos comercios o el repunte de otros debido a su ubicación inmediata a las estaciones”, registra el Archivo General de la Nación.

 

El Metro contribuyó a resolver problemas de vialidad crecientes porque al mismo tiempo se construyeron o ampliaron vialidades alternas, así como puentes vehiculares y peatonales. La imagen urbana de la capital se modificó y también cambió la actividad social y económica.

 

Tras 27 meses de obra, quedó concluido el primer tramo de 12.6 kilómetros y 16 estaciones de la Línea 1, teniendo como terminales Chapultepec, en la zona poniente, y Zaragoza, en el oriente.

 

Actualmente es impensable la Ciudad de México sin el Metro. Gradualmente se convirtió en pilar de la movilidad y se mantiene como la columna vertebral del transporte público.