Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, GoFundMe, la plataforma de recaudación de fondos líder en el mundo para causas sociales, ha lanzado una página especial dedicada a apoyar a quienes enfrentan esta enfermedad. Este espacio centraliza campañas verificadas, que abarcan una amplia gama de necesidades, como costos de tratamiento, medicamentos, traslados, terapias de apoyo y gastos funerarios en los casos más desafortunados, ofreciendo a las personas una forma segura y efectiva de contribuir a las familias que luchan contra el cáncer.
Cada 4 de febrero, el Día Mundial contra el Cáncer recuerda la importancia de unir esfuerzos para prevenir, tratar y concienciar sobre esta enfermedad. Establecido por la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) en el año 2000, este día subraya cómo la colaboración colectiva puede salvar vidas y mitigar el impacto del cáncer en las comunidades.
Un desafío que supera las estadísticas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 esta enfermedad causó cerca de 10 millones de muertes en todo el mundo; los más comunes son el cáncer de mama, pulmón, colon, y recto y próstata. En México se diagnostican 191,000 casos de cáncer al año, de los cuales 84,000 fallecen, de acuerdo a cifras proporcionadas por la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (AMLCC). Estas cifras lo ubican como la tercera causa de mortalidad en el país. En el mundo, el cáncer es la segunda causa de muerte y cerca del 70% de las muertes por cáncer se registran en países de ingresos medios y bajos.
A pesar de los avances médicos, el panorama sigue siendo desalentador. La tasa de mortalidad ha aumentado de 62 muertes por cada 100,000 habitantes en 2012 a casi 69 en 2022. Estados como Ciudad de México, Sonora y Veracruz lideran las estadísticas de mortalidad, evidenciando las desigualdades en acceso a diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos.
Un diagnóstico oportuno, con o sin apoyo institucional, hace la diferencia
En Baja California Sur, Magda, de 62 años, empezó a sentir molestias que los médicos atribuyeron inicialmente a una lesión dental provocada por una prótesis. Sin embargo, los síntomas persistieron y, tras meses de incertidumbre, llegó un diagnóstico devastador: cáncer de lengua y garganta. El retraso en identificar la enfermedad hizo que el tratamiento tuviera que comenzar con una cirugía de emergencia en la que le extirparon parte de la lengua, dejándola sin la capacidad de hablar y comer con normalidad. Ahora enfrenta una recuperación compleja que incluye rehabilitación costosa, quimioterapias y la posibilidad de someterse a radioterapia. Para Magda, los meses perdidos en su diagnóstico temprano marcaron la diferencia entre un tratamiento más manejable y un proceso agresivo que transformó su vida.
El caso de Reyna Márquez Gutiérrez, conocida como ReyMarqueza en redes sociales, ofrece otro ángulo de esta problemática. Con apenas 34 años, la YouTuber ha enfrentado más de una década de lucha contra el cáncer. Todo comenzó con un diagnóstico en el IMSS que fue prácticamente una sentencia: innumerables tumores en su cuerpo, seis meses de vida como pronóstico, y la única opción de recibir cuidados paliativos. Pero Reyna desafió las estadísticas. “Desde 2013 me iba a morir y mírenme, estoy aquí”, comenta en sus videos de YouTube.
A lo largo de 132 meses, ha pasado por múltiples recaídas, cirugías, quimioterapias y, recientemente, enfrenta su séptima batalla contra el cáncer: una metástasis de 4.5 cm entre el riñón derecho y la columna. La cirugía urgente que necesita es costosa, pero su motivación es clara: continuar luchando por sus gemelos de dos años y medio, quienes, como dice, le dan fuerza para “transitar la emoción” en esta nueva etapa de su vida.
Si bien la detección oportuna puede marcar la diferencia en la calidad de vida de las y los pacientes, la realidad mexicana pone a prueba su resistencia, tanto física como emocional, en un sistema de salud insuficiente.
Los altos costos financieros que implica el cáncer
La lucha contra el cáncer no solo implica enfrentar una enfermedad grave, sino también lidiar con la carga financiera, emocional y física que esta conlleva. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC), una familia puede gastar hasta 200 mil pesos al año en tratamientos oncológicos, lo que lleva a muchas personas a endeudarse o incluso abandonar el tratamiento por falta de recursos.
Casos como el de Sebastián Peschko, un hombre de 57 años de Quintana Roo que enfrenta un melanoma maligno metastásico, reflejan esta realidad. El tratamiento que necesita, basado en inmunoterapia con medicamentos como Nivolumab e Ipilimumab, tiene un costo inicial superior a los 468 mil pesos por dosis, representando un desafío monumental para asegurar su continuidad.
Por su parte, Martín Michel Rojas, un joven de 32 años originario de Puebla, ha pasado los últimos 10 años en remisión de Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) con cromosoma Filadelfia positivo, una variante agresiva de esta enfermedad. Hoy enfrenta nuevamente un diagnóstico positivo, y los costos de su tratamiento podrían superar el millón de pesos. Martín podría necesitar un trasplante de médula ósea, cuyo costo, junto con hospitalización, cuidados y el medicamento prescrito por los médicos, Scemblix (asciminib), el cual asciende a aproximadamente 109 mil pesos mensuales. Este medicamento no está disponible en el sistema de salud pública ni es cubierto por su seguro médico.
Los seguros médicos, apoyos parciales o inexistentes
Incluso en medio de la urgencia, las familias se ven obligadas a recurrir a préstamos bancarios bajo esquemas de intereses muy altos al no contar con un seguro médico. Tal es el caso de Sebastián Paniagua, un joven deportista poblano y representante de México en el Mundial de Cheerleading, que enfrenta un cáncer de tiroides. Su tratamiento incluyó una cirugía para extirpar la glándula y tres ganglios linfáticos afectados por metástasis, además de una dosis de 100 mCi de yodo radiactivo, acumulando costos por 150 mil pesos. A pesar de los avances en tratamientos innovadores, los elevados costos y el poco acceso subrayan las dificultades que enfrentan los pacientes con cáncer en México.
En otros casos, los seguros médicos no renuevan la cobertura, dejando a los pacientes en una situación aún más vulnerable. Este es el caso de Vinia Winckelmann, una artista plástica independiente que “teje” con barro, para quien la situación se torna aún más compleja. Después de superar la enfermedad hace cinco años, recibió en enero de 2024 la devastadora noticia de que el cáncer había regresado. Sin embargo, el seguro médico que tenía no le permitió renovar la cobertura, lo que generó una carga financiera considerable para ella y su familia.
El cáncer, al ser una enfermedad recurrente, no sólo desafía la salud física, sino que cada persona lo enfrenta desde una perspectiva marcada por sus circunstancias personales, su entorno, su proceso emocional y, en gran medida, sus capacidades económicas. El sistema de seguros médicos, en muchas ocasiones, no ofrece una respuesta adecuada a las necesidades de los pacientes a largo plazo, lo que agrava aún más las desigualdades en el acceso a un tratamiento adecuado y a la atención que requieren.
Las redes de apoyo y el crowdfunding, un alivio para el impacto emocional
Además del estrés generado por los costos económicos, el impacto emocional y psicológico es devastador. Las personas diagnosticadas enfrentan altos niveles de estrés, ansiedad y depresión, y quienes les acompañan a menudo deben asumir roles de cuidadores con grandes demandas físicas y emocionales. Esto genera una necesidad urgente de apoyo integral para quienes viven esta situación.
En historias como la de Areli, quien combate una recaída tras haber vencido el cáncer hace ocho años, su sobrina Mariana y la familia hacen todo lo posible para cubrir tratamientos cada vez más costosos. De igual manera, Daniela, Paulina y Diego, hijos de un hombre diagnosticado con cáncer de esófago en etapa 4, y la comunidad de Tulum que apoya a la pequeña Shanny con un tumor cerebral, hacen todo lo que está en sus manos para poder pagar el tratamiento médico que puede salvar la vida de sus seres queridos.
El apoyo de familiares, amigos y la comunidad juega un papel fundamental en la lucha contra el cáncer, es crucial para mantener la esperanza y la fuerza necesaria para continuar. Tasya, una niña de 7 años de Puerto Peñasco, fue diagnosticada con Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) y tuvo que dejar su hogar y escuela para recibir tratamiento en el Hospital Infantil del Estado de Sonora, a seis horas de distancia. El tratamiento podría durar más de 30 meses, y a pesar de las dificultades, el buen ánimo y energía de Tasya son clave en su recuperación. Tras un difícil proceso, los estudios recientes revelaron avances, como la producción de plaquetas por sí misma, lo que genera esperanza en su lucha contra el cáncer.
“El crowdfunding no solo conecta a las personas con una red de apoyo solidaria, sino que también brinda una solución tangible para aliviar la carga financiera que implica enfrentar un padecimiento como el cáncer. Esto permite que las y los pacientes se concentren en lo más importante, su recuperación y bienestar”, menciona Elisa Liberatori Finocchiaro, Directora Senior de Asuntos Corporativos de GoFundMe.
A través de esta iniciativa, GoFundMe invita al público a sumarse al movimiento de solidaridad en el Día Mundial contra el Cáncer. Las recaudaciones están disponibles en https://gfme.co/dia-contra-cancer, donde cualquier donativo, desde los 100 pesos, harán la diferencia.