21 noviembre, 2024

 

El Ángel Caído, preso de un instante de lucidez, entró en su amplia biblioteca. Entre su colección de libros encontró uno que tenía en su top cien entre las mejores novelas. “El Hombre Sentimental”, obra del madrileño Javier Marías, publicada en 2010 por Alfaguara.

El León de Nápoles, cantante de ópera, vio por primera vez a Natalia Manur y su marido, el banquero Manur, y a Dato, el acompañante de la pareja. Iban en un tren, rumbo a Venecia, a donde él se dirigía a interpretar una ópera de Verdi. En ese instante, iba a comenzar una historia de pasiones intensas, llevada a las últimas consecuencias.

Principalmente, y como coleccionista de párrafos literarios hermosos, el Ángel Caído releyó las líneas que siempre lo ponen al borde de la lágrima por su excelsitud.

“Cuando mueras yo te lloraré de veras. Yo me acercaré hasta tu rostro transfigurado para besarte con desesperación los labios en un último esfuerzo, lleno de presunción y de fe, para devolverte al mundo que te habrá relegado. Yo me sentiré herido en mi propia vida, y consideraré mi historia partida en dos por ese momento tuyo definitivo. Yo cerraré tus reacios y sorprendidos ojos con mano amiga, y velaré tu cadáver emblanquecido y mutante durante toda la noche y la inútil aurora que no te habrá conocido. Yo retiraré tu almohada, yo tus sábanas humedecidas. Yo, incapaz de concebir la existencia sin tu presencia diaria, querré seguir sin dilación tus pasos al contemplarte exánime. Yo iré a visitar tu tumba, y te hablaré sin testigos en lo alto del cementerio tras haber ascendido por la pendiente y haberte mirado con amor y fatiga a través de la piedra inscrita. Yo veré anticipada en la tuya mi propia muerte, yo veré mi retrato y entonces, al reconocerme en tus facciones rígidas, dejaré de creer en la autenticidad de tu expiración por dar ésta cuerpo y verosimilitud a la mía. Pues nadie está capacitado para imaginar la muerte propia.”

El Ángel Caído lamentó que la prosa de Marías se haya detenido en 2022 debido a la muerte del galardonado y prolífico escritor. Descanse en letras.

 

 

 

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