21 noviembre, 2024

Corría el mes de mayo de 2014, el Ángel Caído,  Metronauta de corazón,  transitaba por el transbordo de Pino Suárez Línea 1 hacia Línea 2, cuando de pronto escuchó las notas musicales de una guitarra y detuvo su paso.

Norma Monserrat Bustamante Laferte, ya llevaba algunos años picando piedra en el mundillo musical, con una carrera incipiente, en la que había explorado el heavy metal, la balada y el pop, y se presentaba un día sí y otro también en el Metro de la Ciudad de México, compartiendo algunas rolas con los Metroviajeros que, si acaso por curiosos,  se detenían a escuchar.

En ese momento el Ángel Caído no sabía quién era la chica, pero  no dudó en sacar su teléfono móvil Samsung, de baja ralea y escasa calidad en la cámara fotográfica.

Chequen ustedes la foto, queridos lectores, la sencillez de la cantante, su vestimenta; la acompañaba apenas un músico anónimo y una bocina.

Bendito Metro, cuna de grandes artistas, sus pasillos deberían ser recinto obligado de todos quienes aspiren a convertirse en grandes estrellas de la música internacional, reflexiona ahora este escribano.

El Ángel Caído se detiene por un momento en el Spoty, y escucha “Tu falta de querer”, que es la única rola que le viene a la mente.

De pronto, otro flashazo mental: el recuerdo de aquella vez que vio un concierto de la misma intérprete, completamente transformada, eso sí, triunfando, en un festival de Viña del Mar, ya montada en el éxito y rayando las cuatro décadas de edad.

Mon Laferte, tú tienes que regresar a tus inicios, regresa al Metro de la Ciudad de México para escuchar tu evolución musical. Favor con favor se paga. SI no regresas, será una auténtica tu auténtica falta de querer.

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