En México, cada año se desperdician más de 13 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale a casi el 28 % de todo lo que se produce en el país, según datos recientes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER). Eso significa que mientras una parte de la población batalla por llevar algo a su mesa, otra tira comida que ya compró, cocinó… o que simplemente olvidó en el refri. Y aunque parezca un gran problema, lo cierto es que el cambio puede empezar en tu casa, con decisiones pequeñas, pero intencionales.
El 29 de septiembre se conmemora el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, una fecha que nos recuerda que no se trata solo de tirar menos, sino de organizar mejor, conservar con más cuidado y consumir con intención. Y sí: también se trata de tener las herramientas adecuadas para hacerlo más fácil.
Por eso, Tupperware®, te da 5 ideas prácticas que puedes empezar a aplicar hoy mismo para que tu cocina sea más consciente y tus alimentos duren lo que tienen que durar… o un poquito más:
1. Empieza por lo básico: planea tus compras. Haz una lista antes de ir al súper. Revisa lo que ya tienes, organiza tu refri y tu alacena. Evita comprar por impulso, sobre todo en frutas, verduras o pan. Cuando tienes claro lo que vas a cocinar en la semana, también sabes qué sí necesitas y qué puedes dejar pasar.
2. Reacomoda tu refrigerador. Coloca al frente lo que caduca pronto, separa crudos de cocidos, y guarda en recipientes herméticos todo lo que ya abriste. El contenedor para refrigeración de 550ml con fechador Tupperware® es perfecto para esto: no absorbe olores, es fácil de apilar y ayuda a conservar textura, color y frescura por más tiempo.
3. Congela sin miedo. ¿Hiciste sopa de más? ¿Te quedó arroz? ¿Compraste pollo y no lo vas a usar en dos días? Congélalo. Usa los recipientes de congelación Tupperware® como el Organizador para refrigerador de 2 niveles de 1.5-750 ml o el Recipiente Hermético para refrigeración de 800 ml, que mantienen la calidad de los alimentos, evitan quemaduras por hielo y son muy fáciles de etiquetar para que no pierdas el orden.
4. Sácale provecho a las sobras. Esas verduras que están quedando en el cajón, o ese guiso que no se terminó, pueden convertirse en una sopa, unas quesadillas o una ensalada tibia. No lo veas como “lo que sobró”, sino como una segunda oportunidad de comer rico… sin desperdiciar nada.
5. Sirve porciones conscientes. Si aprendes a servir lo justo (y dejar que quien quiera repita), reduces muchísimo el desperdicio en tu mesa. Y si de todas formas algo queda, guarda porciones pequeñas en tuppers individuales para recalentarlas fácil al día siguiente.
En momentos en que el planeta necesita más cuidado que nunca, tomar el control desde tu cocina es un acto poderoso. Porque conservar bien no solo es práctico: es un hábito que refleja cuidado por ti, por los tuyos y por el mundo que compartimos.

