21 febrero, 2025 3:25 PM
No podemos concebir el mundo contemporáneo sin las aportaciones de Darwin: Antonio Lazcano.

No podemos concebir el mundo contemporáneo sin las aportaciones de Darwin: Antonio Lazcano.

El Colegio Nacional conmemoró el Darwin’s Day con la conferencia Darwin en los tribunales: a cien años del juicio Scopes, celebrada a 216 años del nacimiento del naturalista inglés que cambió el rumbo del estudio de la evolución biológica.

La sesión fue coordinada Antonio Lazcano, miembro de la institución, y contó con la participación del también colegiado Diego Valadés y la crítica de cine Fernanda Solórzano.

“El juicio en realidad no iba a favor o en contra de la evolución o de la religión, sino de una ley que estaba limitando la libertad de catedra y la libertad de pensamiento”: Solórzano.

“La teoría de Darwin pretende explicar la biodiversidad pasada y presente de la biosfera. El resultado es que no podemos concebir el mundo contemporáneo sin esas aportaciones”, sostuvo Antonio Lazcano, miembro de El Colegio Nacional, al coordinar y participar en la conferencia Darwin en los tribunales: a cien años del juicio Scopes.

Como parte del Darwin’s Day, que conmemoró los 216 años del nacimiento del naturalista inglés que cambió el rumbo del estudio de la evolución biológica, la institución  llevó a cabo esta sesión en la que también participaron el colegiado Diego Valadés y la crítica de cine Fernanda Solórzano. Lazcano recordó que, aunque se piensa que Darwin representa el punto de partida de la visión evolutiva del universo, lo cierto es que todo el pensamiento occidental durante el Siglo XIX estuvo marcado con esta idea. El primero que lo hizo notar fue el filósofo Emmanuel Kant, cuando manifestó que el sistema solar es el resultado de la condensación de una nube de material interestelar que se convirtió eventualmente en el Sol y los planetas.

“Cuando hablamos de la extinción de las especies biológicas en nuestro tiempo por la intervención humana, estamos hablando de un proceso de evolución. Cuando observamos un chimpancé nos estamos viendo frente al espejo de la evolución. Lo que vemos es el reconocimiento con los rasgos anatómicos, en la distribución del pelo, en la inteligencia de la mirada de distintas especies de animales, estamos reconociendo esos lazos que nos unen con el mundo vivo”, puntualizó el biólogo y científico mexicano.

En palabras del colegiado, Darwin no representó la Teoría de la Evolución como un Ciprés que crece hacia arriba, sino como un coral que crece hacia muchas direcciones: “Si algo hemos aprendido los biólogos, es que no es necesario hablar de especies superiores e inferiores”.

“Decidimos iniciar el Darwin´s Day recordando el juicio de Scopes, porque hace cien años, en Estados Unidos, un profesor de High School, el equivalente al bachillerato, fue llevado a juicio por enseñar la teoría de Darwin en sus clases. Él no era un biólogo evolucionista, era un maestro de educación física que junto con otros colegas vieron la necesidad de mostrar lo irracional que resultaba en el Siglo XX, seguir llevando a juicio a una persona por enseñar una teoría que es central no sólo en la biología, sino a todas las ciencias y toda la cultura contemporánea”.

Señaló que fueron dos estudiantes del profesor de Scopes, quienes atestiguaron todo el fenómeno del juicio y escribieron una obra de teatro que se llamó Heredarás el viento, parafraseando un salmo del antiguo testamento que dice: el que siembra la discordia entre los suyos, heredará el viento. Posteriormente, en la década de los cincuenta, se proyectó la película.

Al tomar la palabra Fernanda Solórzano, crítica de cine, recordó que los seres humanos “tendemos a querer que las películas de ficción representen hechos, lugares y personas de forma exacta, pero ni siquiera los documentales lo hacen. El documental es subjetivo en el momento en el que el director pone la cámara en un lugar y no en otro”. Agregó que un director de ficción se preocupa por crear una emoción en el espectador, por dar un sentido a lo que está diciendo. Un sentido que se vuelve atemporal, “y esto es lo que sucedía en la puesta en cámara del juicio Scopes”.

De acuerdo con la experta, se trató de un juicio que se llevó a cabo hace cien años, en el que un profesor fue llevado a los tribunales por enseñar la teoría de la evolución: “Algo que me parecen fascinantes es que fue un juicio de prueba, no es realmente que hayan llegado policías a arrestar a este profesor, sino que todo se planeó desde la Asociación Estadounidense por los Derechos Civiles”.

En 1925, se lanzó una ley que pasó desapercibida, pero al mismo tiempo creó estragos en el sistema educativo. La Ley Antievolucionista, que prohibía que las escuelas de enseñanza pública compartieran cualquier teoría que negara la creación según La Biblia, e impulsaba que la especie humana descendía de una categoría inferior de los animales: “Es una Ley que promueve un antagonismo falso, en la película se intentó reproducir la idea de que una persona podía entender La Biblia como una metáfora de la creación y al mismo tiempo creer en la teoría de la evolución, y esta ley estaba intentando ponerlas como antagonistas, algo que la ponía en el centro de la discusión”.

“El juicio en realidad no iba a favor o en contra de la evolución o de la religión, sino de una ley que estaba limitando la libertad de catedra y la libertad de pensamiento, eso es lo que lo volvía tan interesante para los dramaturgos y para un director ponerlo en escena”. Solórzano explicó que lo que se proponían estos cineastas era mostrar lo perjudicial de la limitación del pensamiento. El escritor comentó que buscaban reflejar lo peligrosa que es la manipulación mental y la idea de convencer a alguien de que hay una sola verdad.

“Es interesante como el director Stanley Kramer graba la película porque hace tomas sesgadas, inclinadas, un poco para reflejar la distorsión de quienes le entregan toda su credulidad a una sola persona. Es interesante, como hay un predicador que lo filma desde abajo para hacerlo ver como un dios.  Es interesante, también que la hija del predicador, es la novia del inculpado. Dentro de este pensamiento hay contradicciones enormes”, concluyó la crítica.

En su participación, Diego Valadés, miembro de El Colegio Nacional, comentó que este juicio fue construido de manera deliberada para producir un resultado jurídico específico. ¿Cuál? Darle una enorme difusión al debate no estrictamente de la teoría de la evolución, sino fundamentalmente a la intolerancia existente en Estados Unidos en el año 1925, en materia religiosa: “Lo que estuvo presente en 1925 está ahora en Estados Unidos en 2025. Plantea los argumentos por los cuales la sociedad americana decide separarse del estado británico”.

“Lo que nos permite entender el caso Scopes es que en Estados Unidos podrían tomar decisiones que no estuvieran reservadas únicamente para los poderes federales. Una de esas decisiones era establecer, en el estado de Tennessee en 1925, una ley que derivó a que en todas las instalaciones de todos los niveles educativos, incluso la universitaria, no se podía impartir educación que hiciera referencia a la evolución en el orden biológico”, apuntó el colegiado.

Agregó que Scopes era un progresista, un abogado que después intentó hacer una carrera política, fue candidato a Diputado Federal, por parte de un partido socialista, no ganó, pero su corriente fue progresista en Estados Unidos y se identificó con este planteamiento: “El problema planteado por Scopes, en 1925, todavía se discutía en 2005, 80 años después en el estado de Pensilvania, de ahí la importancia del juicio”.

Según Valadés, existe una resolución de la Corte de justicia de Estados Unidos que se conoce como Roe vs. Wade, que está basada en una declaración de 1927 en el orden de la inconstitucionalidad y la prohibición del aborto en Estados unidos, por considerar que afecta la libertad reproductiva de la mujer: “Esto fue revocado poniendo como argumentos la base de las leyes presente en el pensamiento conservador americano, el que representa el presidente Trump. Los jueces que seleccionó Trump se basan en el originalismo, que consiste en resolver los casos como lo harían los padres fundadores con la perspectiva de hace 150 años”.

Señaló que el contexto de la película, difundida y filmada en 1960, era una crítica al macartismo: “Todavía me tocó viajar por Estados Unidos y ver baños con letreros que prohibían la entrada a los negros, o restaurantes que prohibían la entrada a personas de color. De ese tamaño era el racismo en la década de los sesenta, en ese contexto, surge esta película. Efectivamente, tuvo una repercusión muy profunda en la conciencia americana y vemos cómo el cine, la literatura, el teatro, las artes plásticas, la escultura sirven para movilizar conciencias y hacer cambios sociales”, concluyó el colegiado.

La conferencia Darwin en los tribunales: a cien años del juicio Scopes, se encuentra disponible elcolegionacionalmx.