5 noviembre, 2024

 

El ajolote, símbolo cultural y biológico de México, está al borde de la desaparición en su hábitat natural en los canales de Xochimilco. Este emblemático anfibio, famoso por su capacidad de regeneración y su importancia en la biodiversidad de los ecosistemas de la Ciudad de México, enfrenta un futuro incierto. Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han advertido que, de continuar la actual degradación de su hábitat, los ajolotes podrían extinguirse en el año 2025.

 

Ecosistema en crisis

Tania J. Porras Gómez, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, explicó que la situación del ajolote es alarmante. Según la investigadora, modelos matemáticos que estudian el declive poblacional del ajolote proyectan su extinción en menos de un año si no se implementan acciones urgentes. “La contaminación del agua, el aumento de temperatura y la invasión de especies como la tilapia y la carpa son factores devastadores para el ajolote,” comentó Porras Gómez durante una conferencia en el Seminario del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Química de la UNAM.

 

El ajolote ha perdido aproximadamente el 99% de su población desde 1998, cuando se contaban seis mil ejemplares en Xochimilco. Para 2013, solo quedaban 36 ajolotes por kilómetro cuadrado, y las condiciones actuales auguran que esta tendencia continuará si no se toman medidas de preservación efectivas.

 

El ajolote (Ambystoma mexicanum) es mucho más que un animal curioso: representa un indicador clave de la salud ambiental de Xochimilco. Como lo explica la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la presencia del ajolote señala que los cuerpos de agua son saludables. Su extinción no solo significaría la pérdida de una especie única, sino un desequilibrio ecológico que afectaría a otras especies y a los propios habitantes de la región.

 

La desaparición del ajolote también afectaría a la cultura mexicana. Este pequeño “monstruo de agua,” cuyo nombre proviene del náhuatl axolotl, ha sido fuente de mitos y leyendas, y su imagen figura en los billetes de 50 pesos y en el logo de la selección de básquetbol de la Ciudad de México.

 

Factores que amenazan su supervivencia

La situación del ajolote se ha agravado en las últimas décadas debido a varios factores interrelacionados:

  1. Contaminación del agua: La calidad del agua en Xochimilco ha empeorado con el tiempo debido a la falta de tratamiento de aguas residuales y el desecho de basura en los canales.
  2. Especies invasoras: La tilapia y la carpa, introducidas por el hombre, compiten con el ajolote por alimento y depredan sus huevos, afectando gravemente su ciclo reproductivo.
  3. Pérdida de hábitat: La expansión urbana y la construcción alrededor de Xochimilco han disminuido el espacio natural para el ajolote, limitando sus áreas de reproducción.
  4. Cambio climático: El aumento en la temperatura del agua debido al calentamiento global crea condiciones desfavorables para el ajolote, que es extremadamente sensible a los cambios de temperatura y calidad del agua.

Esfuerzos de conservación: Ciencia y Comunidad

Ante esta crisis, investigadores y expertos en biología de la UNAM han impulsado programas para proteger y aumentar la población de ajolotes en Xochimilco. Un equipo liderado por el biólogo Luis Zambrano González colabora con los chinamperos (agricultores tradicionales de Xochimilco) para crear “refugios” en zonas de los canales menos perturbadas, donde los ajolotes puedan vivir sin la amenaza de especies invasoras y otras actividades humanas.

 

Además, el equipo de Porras Gómez trabaja en una investigación pionera que explora la capacidad regenerativa de los órganos reproductores del ajolote. La investigación, iniciada en 2021, analiza células germinales para crear un banco de germoplasma que podría ser vital para preservar la diversidad genética de la especie. Según la especialista, “el objetivo es contar con muestras de células reproductoras que puedan utilizarse en caso de ser necesario, para preservar la especie y aumentar su variabilidad genética.”

 

Innovación en Ciencia: Proyecto AxoBase y el repositorio de germoplasma

AxoBase es una base de datos gratuita que la UNAM ha desarrollado para reunir y compartir información genética, investigaciones y recursos para el estudio del ajolote a nivel mundial. Esta plataforma contiene el genoma y el transcriptoma del ajolote, información que puede ser utilizada por científicos de diversos países para estudiar y colaborar en su preservación.

 

Norma Moreno Mendoza, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, impulsa la creación de un repositorio de germoplasma que contiene muestras de información genética de ajolotes provenientes de la FES Iztacala y otros centros de investigación. Este repositorio tiene el objetivo de almacenar muestras genéticas que podrían utilizarse para preservar la especie en el futuro, asegurando la diversidad genética del ajolote a nivel global.

 

¿Qué hacer para proteger al Ajolote?

La conservación del ajolote requiere el compromiso no solo de científicos y autoridades, sino también de la sociedad en general. Algunas acciones recomendadas incluyen:

  • Evitar la introducción de especies exóticas en cuerpos de agua naturales.
  • Reducir la contaminación en Xochimilco, evitando arrojar basura y promoviendo campañas de limpieza de los canales.
  • Fomentar el respeto por los hábitats naturales de las especies, especialmente en áreas protegidas como Xochimilco.
  • Apoyar proyectos de conservación como Adoptaxolotl, una iniciativa de la UNAM que permite recaudar fondos para programas de preservación del ajolote.

A pesar de los esfuerzos y avances científicos, la conservación del ajolote enfrenta grandes retos. La bióloga Tania J. Porras Gómez destacó que “trabajar con ajolotes es complicado debido a su sensibilidad a cambios en temperatura y calidad del agua.” El camino hacia la recuperación de la especie es largo y requiere un compromiso constante de la comunidad, el gobierno y los investigadores.

 

Para la investigadora, la extinción del ajolote en Xochimilco no solo sería una pérdida ambiental, sino un fracaso en la protección de la biodiversidad mexicana. “Es fundamental que trabajemos juntos para evitar que el ajolote desaparezca, porque su pérdida afectaría a todo el ecosistema de Xochimilco y sería un símbolo de la desconexión entre el hombre y su entorno natural,” señaló Porras Gómez.

 

La posible desaparición del ajolote en 2025 sería un golpe devastador para la biodiversidad y la identidad cultural de México. Sin embargo, las acciones de conservación y la colaboración entre científicos, comunidades locales y ciudadanos ofrecen una esperanza para revertir esta tendencia y proteger a una de las especies más emblemáticas del país.