7 junio, 2025 3:39 AM
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El combate más esperado desde que el Canelo decepcionó hizo de las suyas, es sin duda Trum Vs Elon,  y eso que apenas vamos a la mitad del 2025, esta joya de toxicidad en las redes entre estos dos despechados que no solo se agarran a tuitazos, sino tambien a billetazos.

Todo empezó bonito, como cuando tu ex todavía se ríe tus chistes. Elon apoyó a Trump en campaña, hasta le dieron un hueso en la oficina del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, que no sabemos si era agencia o meme).

Pero bastó un proyecto de ley fiscal para que todo se fuera al caño. Elon se enchiló con el presupuesto gringo que, según él, era una “abominación repugnante, masiva, escandalosa y llena de gastos superfluos”. Así lo puso en X (antes Twitter, ahora su patio de peleas).


Trump, más dolido que adolescente bloqueado, le respondió en Truth Social (su red social donde la única regla es quererlo a él.):
“Estoy muy decepcionado con Elon, lo ayudé mucho…” 

Cuando los egos chocan, las bolsas tiemblan

¿Resultado? Un KO directo a los bolsillos de Musk:

  • Tesla perdió más de 100 mil millones de dólares en la bolsa en un par de días.

  • Musk perdió 34 mil millones de su fortuna personal.

  • Y Wall Street cerró confundido, como cuando te peleas con tu ex y de todos modos tienes que ir a trabajar.

Por si fuera poco, Trump amenaza con quitarle los contratos y subsidios gubernamentales a todas las empresas Muskianas: desde SpaceX, que manda cohetes y astronautas al espacio, hasta Starshield, que espía más que tu ex con perfil falso.

“La forma más fácil de ahorrar miles de millones es cancelar los contratos con Elon”, lanzó Trump, mientras el Pentágono respiraba hondo porque no sabe si va a mandar soldados o Space Marines en el próximo vuelo.

¿Y Musk?

Respondió quitándole a la NASA su Dragon, la nave que lleva provisiones y humanos a la Estación Espacial Internacional. Porque si él no viaja al espacio en paz, nadie lo hace.

 

MORALEJA:

Cuando dos machos alfa se pelean por quién tiene el cohete más largo, los que pagan son los accionistas… y de paso, el planeta. ¿A quién le vas?