La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha dado luz verde al registro sanitario de la primera vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), que será comercializada por la farmacéutica GSK. Este avance es un hito importante, ya que durante más de 60 años se han realizado investigaciones para encontrar una solución preventiva para esta enfermedad que afecta principalmente a adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Este biológico está diseñado para prevenir las complicaciones graves que el VSR puede causar, como neumonía, agudización de patologías subyacentes como el asma y la EPOC, e incluso insuficiencia cardiaca congestiva. Según Sigfrido Rangel, director médico de GSK México, esta vacuna representa un “parteaguas” en la lucha contra el virus, ya que México fue el único país de América Latina que participó en el ensayo clínico de la vacuna, lo que respalda su efectividad en la población local.
El Virus Sincicial Respiratorio es una de las principales causas de infecciones respiratorias graves en adultos mayores. De acuerdo con expertos, los avances en la investigación sobre el VSR son especialmente significativos debido a que el virus puede ser mortal en personas vulnerables. La vacuna de GSK se une a un grupo selecto de tratamientos preventivos para el VSR, que ha sido un reto médico durante más de seis décadas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos ya había aprobado esta vacuna para su uso en adultos de 60 años o más, un paso clave que allana el camino para su distribución en otros países. Con la aprobación en México, los médicos podrán ofrecer una opción de vacunación para prevenir el VSR, reduciendo las tasas de mortalidad por esta enfermedad respiratoria.
Este avance es un gran paso hacia la protección de la salud pública, especialmente en un contexto donde las enfermedades respiratorias se han vuelto aún más críticas debido a la pandemia del COVID-19. Con esta vacuna, GSK y las autoridades sanitarias de México esperan mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones graves en las poblaciones más vulnerables.