22 noviembre, 2024

La sonda lunar china Chang’e-6 ha regresado a la Tierra con muestras de la cara oculta de la Luna, un hito histórico para la exploración espacial. Este martes, la sonda aterrizó en la región autónoma de Mongolia Interior a las 14:07, hora de Beijing, tras una misión de meses en la poco explorada cara oculta del satélite.

 

 

La Chang’e-6 trajo consigo 2 kilogramos de regolito lunar, recolectado mediante perforaciones en la cuenca Aitken del Polo Sur de la Luna. Estas muestras son cruciales para los científicos, ya que podrían revelar detalles sobre la historia temprana del sistema solar y la formación de la Luna. La cuenca Aitken, con 2,500 kilómetros de ancho, es uno de los cráteres más antiguos de la Luna, formado hace unos 4,260 millones de años.

 

 

Esta misión fue particularmente desafiante debido a que la cara oculta de la Luna no recibe señales de radio directas desde la Tierra. A pesar de esto, China logró con éxito traer las muestras, destacando su creciente capacidad en exploración espacial. Zhang Kejian, director de la Administración Espacial Nacional China, declaró en una conferencia televisada que la misión fue un “éxito completo”.

 

 

China planea seguir ampliando su programa lunar con el lanzamiento de las misiones Chang’e-7 en 2026 y Chang’e-8 en 2028. La misión Chang’e-8 probará tecnologías necesarias para establecer una base tripulada en el polo sur de la Luna alrededor de 2030, donde se cree que hay abundante agua congelada.

 

 

Este logro es parte de la creciente rivalidad en la exploración espacial entre China y otras potencias como Estados Unidos, Japón e India. China ha avanzado significativamente, colocando su propia estación espacial en órbita y enviando tripulaciones regularmente. El presidente de China, Xi Jinping, felicitó al equipo de Chang’e, calificando este logro como un “hito histórico” en los esfuerzos del país para convertirse en una potencia espacial y tecnológica.

 

La misión Chang’e-6 no solo ha marcado un logro sin precedentes en la exploración lunar, sino que también ha demostrado la capacidad técnica y la ambición de China en el espacio. Las muestras recolectadas proporcionarán valiosa información para entender mejor las diferencias geológicas entre los dos lados de la Luna y podrían tener implicaciones significativas para futuras misiones lunares y la potencial colonización del satélite.