19 septiembre, 2024

A tan solo unas semanas de que se cumplan 10 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un nuevo capítulo en esta larga y dolorosa historia ha surgido con la reaprehensión de Gildardo López Astudillo, conocido como El Gil o El Cabo Gil. Este exlíder del grupo delictivo Guerreros Unidos, quien jugó un papel central en las investigaciones como testigo protegido, fue detenido el pasado jueves 5 de septiembre de 2024 en la Ciudad de México y trasladado al penal de El Altiplano en el Estado de México.

 

La captura de El Gil, quien había estado prófugo desde mayo de este año, ha reavivado el debate sobre el estado actual de las investigaciones del caso Ayotzinapa, que ha sacudido a México desde que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos desaparecieron en la noche del 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.

¿Quién es El Gil y qué rol desempeña en el caso?

López Astudillo, señalado como uno de los cabecillas de Guerreros Unidos, ha sido un personaje clave en el caso de Ayotzinapa. Se le acusa de haber orquestado la desaparición de los estudiantes tras su captura por las autoridades locales y su posterior entrega al grupo delictivo. A lo largo de los años, su figura ha sido un punto de referencia en la narrativa oficial y en las múltiples versiones sobre lo que sucedió aquella noche.

 

Detenido por primera vez en septiembre de 2015, casi un año después de la desaparición de los normalistas, El Gil fue absuelto en junio de 2018 de los cargos de delincuencia organizada debido a un fallo judicial que determinó que las pruebas en su contra, incluidas confesiones obtenidas bajo tortura, eran inadmisibles. Esto lo llevó a recuperar su libertad en agosto de 2019, tras lo cual se convirtió en testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR).

 

Como parte de su acuerdo con la FGR, López Astudillo recibió protección, una residencia y apoyo económico mientras cooperaba con las investigaciones, proporcionando información clave que ayudó a desarrollar nuevas líneas de investigación, particularmente aquellas que apuntaban a la posible participación de elementos del Ejército Mexicano en la desaparición de los estudiantes. Sin embargo, los resultados de esta colaboración han sido, según críticos y familiares de los estudiantes, insatisfactorios.

La detención y su relevancia actual

El arresto más reciente de El Gil ocurre en un momento clave para el caso Ayotzinapa, cuando las expectativas de resolver el misterio sobre el paradero de los estudiantes están en su punto más bajo. La Fiscalía General de la República confirmó que López Astudillo fue detenido en un inmueble en Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México, para cumplimentar una orden de aprehensión por delincuencia organizada en su modalidad de delitos contra la salud, relacionados con su actividad en Guerreros Unidos.

 

Este arresto es significativo no solo porque El Gil es uno de los pocos personajes involucrados directamente con la desaparición de los normalistas que continúa con vida y en libertad, sino porque ha sido un testigo protegido clave desde que comenzó a colaborar con las autoridades en 2019. A pesar de esta cooperación, muchos familiares de los estudiantes, así como activistas, han expresado su frustración por la falta de avances significativos en las investigaciones.

Reacciones de los actores clave

La noticia de la detención de El Gil no ha sido recibida con mucho entusiasmo por quienes han seguido de cerca el caso. Felipe de la Cruz, exvocero de los padres de los normalistas desaparecidos, minimizó la relevancia de la reaprehensión de López Astudillo. En declaraciones a Milenio, De la Cruz aseguró que El Gil ya proporcionó toda la información que tenía sobre el caso durante los años en que fue testigo protegido y que su nuevo arresto no cambiará significativamente el curso de las investigaciones.

 

“El testimonio de El Gil no ha aportado datos útiles que permitan encontrar a los estudiantes. Es un personaje que no debería haber estado en libertad, pero fue liberado como parte de un acuerdo con la Fiscalía. Hasta el momento, su cooperación no ha ayudado en nada”, dijo De la Cruz. Su opinión es compartida por otros familiares de los desaparecidos, quienes ven la reaprehensión como un intento fallido del gobierno para mostrar avances en el caso antes del décimo aniversario.

Irregularidades en el proceso judicial

El papel de El Gil en las investigaciones ha estado lleno de controversias. Uno de los puntos más polémicos es que López Astudillo fue liberado en 2019 tras un fallo que determinó que fue torturado durante su primera detención por parte de la entonces Procuraduría General de la República (PGR). Este fallo, sumado a las múltiples inconsistencias en las investigaciones, ha generado desconfianza en la narrativa oficial sobre lo que realmente sucedió con los 43 normalistas.

 

El documental “Los 43 de Ayotzinapa: Un crimen de Estado”, lanzado recientemente en la plataforma MAX, ha reavivado la discusión sobre las irregularidades en el proceso judicial. En uno de los episodios, se menciona el hallazgo de una bolsa con restos humanos en el Río San Juan, supervisado por Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Este hallazgo ha sido señalado como una posible manipulación de pruebas, ya que se realizó sin la presencia de representantes legales ni de los expertos independientes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), lo que violó el debido proceso.

 

Tomás Zerón, en sus declaraciones para el documental, niega que hubiera manipulación de pruebas y justifica la ausencia del abogado de uno de los detenidos, argumentando limitaciones logísticas. Sin embargo, estas explicaciones no han convencido a la opinión pública, y el documental ha puesto aún más en duda la veracidad de la investigación oficial.

Un testimonio clave, pero insuficiente

López Astudillo ha sido una figura central en la construcción de las narrativas oficiales sobre el caso Ayotzinapa. Su testimonio fue crucial para las nuevas líneas de investigación que se han seguido en los últimos años, incluyendo la posible participación de elementos del Ejército en la desaparición de los normalistas. Sin embargo, a pesar de su colaboración, los avances han sido mínimos, lo que ha alimentado las críticas hacia el actual gobierno y su falta de resultados concretos en la búsqueda de los estudiantes.

Uno de los testimonios más impactantes proporcionados por El Gil fue su declaración de que los estudiantes fueron entregados a Guerreros Unidos por miembros del Ejército del 27 Batallón de Infantería. Este testimonio ha sido una de las bases para las nuevas investigaciones que involucran a las fuerzas armadas mexicanas en el caso, pero hasta el momento no ha conducido a ningún hallazgo concluyente.

La detención de El Gil y el futuro del caso Ayotzinapa

La reaprehensión de El Gil llega en un momento simbólico, a pocos días del décimo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas. Sin embargo, las expectativas de que su detención traiga consigo nuevos avances en las investigaciones son bajas. Aunque su captura es vista como un intento por parte del gobierno de mostrar avances en un caso que ha definido gran parte de la lucha por la justicia en México, los familiares de los estudiantes siguen exigiendo respuestas claras sobre el paradero de sus hijos.

 

El caso Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta para el país, y la reaprehensión de López Astudillo no parece ser la solución que muchos esperaban. A medida que nos acercamos al aniversario de este trágico evento, la búsqueda de justicia y verdad continúa, y la sociedad mexicana sigue esperando respuestas definitivas sobre lo que realmente sucedió con los 43 normalistas de Ayotzinapa.