
Topos mexicanos en Palm Beach State College
El campus de Palm Beach State College, en Lake Worth Beach, volvió a transformarse en una ciudad efímera de sirenas y cascos brillantes. Del 28 de abril al 3 de mayo, el Palm Beach State Invitational celebró su segunda edición con un récord de asistencia: más de 250 bomberos paramédicos y voluntarios de Florida, Canadá, Chile y México se retaron en pruebas que van desde la extricación vehicular hasta el rescate vertical.
Lo más emocionante del evento —donde el corazón late más fuerte— fue la Rapid Intervention Team (RIT) Competition, organizada por la Florida RIT Operations Group, la única liga formal de este tipo en Estados Unidos.
En el enfrentamiento que se realizó la mañana del jueves, un tablero electrónico anunció las veinticuatro cuadrillas que estrenarían el laberinto de humo. Casi todas eran locales: Palm Beach County Fire Rescue, Miami‑Dade, Boynton Beach… y, en la fila final, un nombre que hizo sonar acentos distintos en la carpa de mando: Mexico Fire Rescue Team. Conocidos en casa como #RITopos, llegaron tras ser invitados por la consultoría @euconsulting2023, aceptaron el reto con solo una semana de anticipación.
Fueron cuatro: tres hombres y una mujer. Juntos con la misión de demostrar que, en los rescates más extremos, la técnica es universal y la voluntad se mide en cada respiración de aire comprimido.
El cronómetro arrancó: túneles a ciegas, corte de malla metálica, arrastre de un maniquí de 80 kilos. Desde las gradas, voluntarios estadounidenses traducían al inglés los comandos en español que volaban dentro del humo. Al salir, el equipo aún conservaba 400 psi en las botellas: “excelente administración de aire”, elogió la planilla de jueces. Esa actuación bastó para colocarlos en el número 1 de abrir la puerta más rápido de todos los equipos.
Fue en esa recta decisiva cuando la figura de Alina Pantoja emergió entre chispas de sierra y vapor de sudor. Máster en Administración en Salud y rescatista voluntaria desde el sismo de 2017, fue scout también, Alina es la primera mujer mexicana que compite en un RIT internacional. Su voz, firme y clara, marcó los relevos de aire y los movimientos dentro de las estructuras a ciegas.
A la salida, el público —que poco antes coreaba “U‑S‑A”— cambió de ritmo y gritó “Mé‑xi‑co”. El aplauso se hizo aún más intenso cuando la organización anunció una mención honorífica a la mejor comunicación en lengua no inglesa, premio que se fue directo a las manos enguantadas de RIT. Con el casco ya reposado sobre el pasto, la rescatista respiró hondo y regaló la frase para ella que mejor resume la jornada:
“Nuestra bandera pesa poco, pero la responsabilidad es enorme. Entrenar aquí significa volver a casa con técnicas que salvan vidas”.
Alina, la voz que rompe techos de humo… y de cristal
Ser la única mujer en toda la categoría RIT no pasó inadvertido. “Traigo más preguntas de niñas que quieren ser rescatistas que ampollas en los pies”, se dijo mientras organizaba sus cosas en una cajita rosa decorada con princesas y unicornios.. Para ella, cruzar el humo es apenas otra forma de abrir puertas: “Si mi voz se escucha clara en un túnel, se escuchará igual de fuerte cuando pidamos mejores condiciones de entrenamiento para las y los rescatistas en México”.
El grupo no regresará vacío: con nuevas tácticas aprendidas —, firmaron un acuerdo verbal para regresar mejor preparados.
En Palm Beach se disipó el humo, pero quedó flotando la certeza de que el rescate no entiende de fronteras, idiomas ni géneros. Y cuando una voz de mujer rompe el silencio del laberinto, también rompe el techo de cristal que aún cubre a muchos cuarteles del mundo.