Movilidad
Autos dañados en pipazo de Iztapalapa: entre peritajes, seguros y promesas de apoyo
Tras la explosión de una pipa de gas en la colonia San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa, que dejó un saldo de víctimas, viviendas afectadas y decenas de vehículos calcinados, surge una pregunta inevitable para los vecinos: ¿qué pasará con los autos dañados?
Las autoridades capitalinas aclararon que no habrá una compensación automática ni un esquema único de apoyo. En cambio, cada automóvil será sometido a un peritaje individual, donde se determinará si los daños permiten su reparación o si debe declararse pérdida total.
Esto significa que dos autos con daños similares podrían recibir resoluciones distintas, dependiendo de la evaluación técnica y de los recursos legales disponibles para sus dueños.
Seguros: la primera línea de defensa
Quienes cuentan con una póliza vigente tienen un camino más claro: acudir a su aseguradora y activar el procedimiento por siniestro. Las compañías analizarán si el siniestro está cubierto bajo responsabilidad civil o daños materiales, y a partir de ahí definirán compensaciones.
El problema aparece en la otra cara de la moneda: muchos autos no tenían seguro, lo que refleja una realidad mexicana en la que menos del 40% de los vehículos particulares circulan asegurados.
El Gobierno de la CDMX ha prometido apoyo directo para quienes perdieron su medio de transporte y no tenían póliza. No obstante, hasta ahora no hay un monto definido ni plazos claros. Lo único confirmado es que los afectados deberán registrarse en una línea de atención habilitada y acreditar la propiedad de los vehículos siniestrados.
La empresa en el ojo del huracán
La pipa involucrada pertenece a la empresa Silza, que ya expresó disposición de asumir parte de la responsabilidad. Sin embargo, su postura abre más preguntas que certezas: ¿hasta dónde cubrirá la compañía los daños a terceros?, ¿será suficiente para cubrir a las familias que perdieron auto, vivienda y herramientas de trabajo?
Para cientos de familias en Iztapalapa, perder un vehículo no solo representa un golpe económico: es perder la herramienta que les permitía trasladarse, trabajar o incluso generar ingresos diarios.
La incertidumbre sobre los tiempos de respuesta mantiene a muchos vecinos con la angustia de saber si podrán recuperar, al menos en parte, lo perdido.
El destino de los autos dañados tras la explosión en Iztapalapa dependerá de una combinación de peritajes, seguros y apoyos gubernamentales. Por ahora, lo único seguro es que el proceso será lento y que los afectados deberán mantenerse atentos a los llamados oficiales.